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Economía, Sociedad y Estadística
• Primer trimestre: enero-marzo 2020, periodo pre-pandemia (excepto por los últimos quince días del
mes de marzo).
• Segundo trimestre: abril-junio 2020, coincide con el periodo de cuarentena rígida.
• Tercer trimestre: julio-septiembre 2020, fase de recuperación hacia la “nueva normalidad”.
Todos los resultados fueron ponderados por el factor de expansión de empleo/ingresos contenidos en la encuesta.
Con el fin de proveer un marco de referencia para la mejor interpretación de los resultados de la investigación,
a continuación, se mencionan algunas características básicas sobre los hogares peruanos y sus miembros para
el año 2020, consistentes con las recogidas en diversas fuentes oficiales (INEI 2020a, 2020b, 2020c, 2020d,
2020e). En particular, la información a nivel individual está referida a los “adultos principales” del hogar, que
reúne tanto a los jefes de hogar como a sus cónyuges. El término “adulto principal” se utiliza para distinguir
a aquel o aquellos adultos dentro de la unidad familiar con un rol de decisión de otros adultos presentes, y
también se utiliza para generar una categoría más amplia de jefatura o conducción de hogar, que incluya no
solo al jefe (que en su definición convencional es solo un individuo por hogar) sino también a su pareja, siendo
que en la práctica es típicamente la pareja la que conduce el hogar.
A nivel nacional, alrededor de 70% de los hogares declaran tener jefatura masculina. En las áreas rurales la cifra
bordea el 80%. Aproximadamente 60% de los hogares son nucleares (conformados solo por padres e hijos),
mientras que 28% son extendidos (es decir, incluyen otros familiares además de padres e hijos) y 12% son
unipersonales. En las áreas rurales, la proporción de hogares nucleares es ligeramente mayor, aunque apenas
unos puntos porcentuales más. La mitad de los hogares son biparentales, 20% es monoparental, y 30% son
hogares unipersonales o sin hijos.
Una de las brechas de género más evidentes en el Perú es la referida a educación. Mientras que a nivel nacional un
tercio de los adultos principales ha completado la educación secundaria o tiene estudios superiores incompletos,
esta cifra esconde una distancia entre hombres y mujeres de casi 9 puntos porcentuales (39% para hombres
versus 30% para mujeres). El contraste más grande en desfavor de las mujeres se da a nivel de la educación
primaria incompleta: mientras que el 24% de las mujeres están en este nivel, el 13% de los hombres lo está.
En las áreas rurales, la brecha en este nivel educativo es el doble de grande: 31% para hombres y 51% para
mujeres. La brecha alcanza un tamaño aún mayor (de 25 puntos porcentuales) cuando hacemos distinciones
entre los que declaran que tienen una lengua materna indígena y aquellos que declaran que no. En este caso,
26% de hombres tiene primaria incompleta o menos, mientras que 51% de mujeres está en la misma situación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El resultado principal de la investigación es que la crisis del COVID-19 golpeó más a los individuos y hogares más
vulnerables en dimensiones tanto económicas como no económicas, exacerbando las desigualdades existentes
a través de múltiples canales. A continuación, se organizan los resultados para los adultos principales del hogar,
considerados tanto a nivel individual como familiar. Todos los resultados están ponderados por el correspondiente
factor de expansión. Cada uno de los gráficos reportados permite apreciar tanto las brechas de género en
los indicadores laborales elegidos, como la evolución de esas brechas a lo largo del año 2020 en relación a la
evolución de la crisis del COVID-19. La barra correspondiente al primer trimestre puede considerarse como
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