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Economía, Sociedad y Estadística
En el caso de los 161 países o zonas restantes, así como de otros 9 países o zonas con menos de 90 000 habitantes
en 2019, los patrones de mortalidad por edades para el período 2015-2020 se proyectaron utilizando las tasas de
cambio del modelo de patrones típicos de mejora de la mortalidad por edades por nivel de mortalidad (Andreev,
Gu y Gerland, 2013) combinadas con una tabla de mortalidad modelo subyacente asociada a la esperanza de
vida proyectada para un período determinado . Se utilizaron limitaciones adicionales de las tasas de mortalidad
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por sexo entre personas menores de 60 años en más de 100 de esos países o zonas para asegurar una mayor
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coherencia en las diferencias entre los sexos de los patrones de mortalidad por edad proyectados y evitar el
cruce inverosímil entre los patrones de mortalidad masculino y femenino, especialmente a niveles muy altos
de esperanza de vida proyectada.
2. Efectos del VIH/sida en los patrones de mortalidad por edad
La dinámica particular del VIH/sida y la gravedad de sus resultados requieren una modelización explícita de
la epidemia. A diferencia de otras enfermedades infecciosas, el VIH/sida tiene un período de incubación muy
largo durante el cual la persona infectada está mayormente libre de síntomas, pero sigue transmitiendo el virus.
También a diferencia de muchas otras enfermedades infecciosas, las personas no desarrollan inmunidad, pero, en
ausencia de tratamiento, casi siempre mueren como consecuencia del compromiso de su sistema inmunológico.
Otras razones para la elaboración de un modelo explícito del VIH/sida son el proceso similar a una avalancha
que caracteriza la propagación de la infección en una población y el particular patrón de edad de infección que
presenta el VIH/sida. Las muertes adicionales debidas al VIH/sida, que se producen predominantemente entre
los adultos en edad de procrear, distorsionan por consiguiente el perfil de edad habitual en forma de U de la
mortalidad. Este patrón atípico distorsionado no se encuentra en las tablas mortalidad modelo a disposición
de los demógrafos (Heuveline, 2003).
Por consiguiente, en lugar de un proceso de mortalidad general que se puede captar mediante los patrones de
mortalidad por edad estándar y las tendencias suaves de la evolución de la esperanza de vida, en el caso de los
países muy afectados por el VIH/sida se deben modelar dos procesos de mortalidad separados: la mortalidad
debida a la propia epidemia de VIH/sida y la mortalidad que prevalece entre la población no infectada. Esta
última suele denominarse nivel de “mortalidad de fondo”.
En la revisión de 2019 se utilizó las tablas de mortalidad modelo que se calibraron para tener en cuenta el efecto
del VIH en la mortalidad (Sharrow, Clark y Raftery, 2014).
Los cinco conjuntos de tasas de mortalidad por edades resultantes y sus correspondientes series cronológicas
de prevalencia del VIH en adultos, mortalidad infantil, mortalidad en adultos y cobertura del tratamiento
antirretrovírico tanto de niños como de adultos se utilizaron en la revisión de 2019 para recalibrar el paquete
R “HIV.LifeTables” de código abierto (Sharrow, 2019) y derivar tablas de mortalidad modelo que tuvieran en
cuenta el efecto del VIH en la mortalidad. Este nuevo conjunto de tablas de mortalidad modelo se utilizó para
todos los países con una prevalencia superior al 4% para generar estimaciones de mortalidad utilizando el
último conjunto de tasas de prevalencia del VIH en adultos, mortalidad infantil, mortalidad de adultos y tasas
de cobertura del tratamiento antirretrovírico tanto de niños como de adultos (ONUSIDA, 2019).
17 La combinación de los dos métodos se hace utilizando pesos lineales que varían de 1 en 2020-2025 a 0,5 en 2095-2100 para el
modelo de patrones típicos de mejora de la mortalidad por edad, y el complemento utilizado para la tabla de mortalidad modelo
subyacente.
18 En condiciones de mortalidad normales, se prevé que la mortalidad masculina supere a la femenina y que la relación de masculinidad
sea superior a 1. En general, se proyectó que la relación de masculinidad de las tasas de mortalidad de un determinado grupo de edad
en el período de proyección seguiría su propia trayectoria histórica. Sin embargo, si se proyectaba que la relación de masculinidad
era inferior a 1, se aplicaba una restricción como la siguiente. En los casos en que la relación de masculinidad era superior a 1 en
el período de estimación más reciente (es decir, 2015-2020), la proporción se ajustó utilizando la proporción del período anterior, de
manera que la proporción a una edad determinada no fuera inferior a 1. En los casos en que la relación de masculinidad ya era inferior
a 1 en el período de estimación más reciente, se supuso que la proporción era constante en el período de proyección.
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