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Economía, Sociedad y Estadística
2. Proyecciones de la esperanza de vida al nacer para los países afectados por la epidemia de VIH/sida
En la revisión de 2019 se adoptó un enfoque diferente al de la revisión de 2017 para proyectar la esperanza de
vida al nacer de los países afectados por la epidemia de VIH/sida. En los 58 países o zonas que han experimentado
alguna vez una prevalencia del VIH en adultos del 1% o más entre hombres o mujeres durante el período
1980-2017, los niveles de esperanza de vida al nacer se proyectaron utilizando los métodos de proyección de
la esperanza de vida probabilísticos bayesianos existentes (Naciones Unidas, 2017c) ampliados para tener en
cuenta los niveles y tendencias pasados y previstos de la prevalencia del VIH y la cobertura del tratamiento
antirretrovírico para adultos (Godwin y Raftery,2017). Se utilizaron los últimos datos epidemiológicos de esos
países para el período 1980-2017 (ONUSIDA, 2019). Los supuestos de proyección en la revisión de 2019 supusieron
que la tasa de prevalencia del VIH observada en 2017 disminuiría para 2100 a aproximadamente una décima
parte de su valor tras una función de disminución exponencial. Se proyectó que la cobertura del tratamiento
antirretrovírico alcanzaría el 90% en 2050 si era inferior al 85% en 2017 o que llegaría al 95% si era superior
al 85% en 2017; se mantuvo constante desde entonces hasta 2100. Todos los cálculos para las proyecciones
probabilísticas de la esperanza de vida al nacer para los países afectados por el VIH/sida se realizaron utilizando
el paquete R “bayesLifeHIV” de código abierto (Ševčíková, Raftery y Godwin, 2019).
3. Modelización de la brecha entre la esperanza de vida de mujeres y hombres
Las tendencias recientes demuestran que la brecha entre los sexos se está reduciendo en casi todos los países
de altos ingresos (Glei y Horiuchi, 2007; Meslé,2004; Oksuzyan y otros, 2008; Pampel, 2005). El modelo de
proyección utilizado por las Naciones Unidas implica, sobre la base de la experiencia pasada en países de todo el
mundo, que se prevé que la futura brecha entre los sexos se amplíe cuando la esperanza de vida sea baja, pero
tenderá a reducirse una vez que la esperanza de vida de las mujeres llegue a unos 75 años. En la aplicación actual
del modelo, se supone que esta reducción continuará hasta que la esperanza de vida de las mujeres alcance
un valor umbral fijado en 86 años. Esta especificación produjo cierta convergencia en los valores masculinos y
femeninos de la esperanza de vida al nacer dentro del intervalo de proyección para algunos países.
Para producir proyecciones probabilísticas conjuntas de la esperanza de vida de mujeres y hombres sistemáticamente,
se simuló un gran número de trayectorias futuras para la brecha en la esperanza de vida. Luego, cada valor
simulado de la brecha entre los sexos se restó de su valor emparejado de la esperanza de vida de las mujeres
para generar el correspondiente valor proyectado de la esperanza de vida de los hombres. Los límites mínimo
y máximo de la brecha se fijaron en 0,5 y 18,0 respectivamente.
La muestra de trayectorias de las diferencias entre los sexos se utilizó luego para calcular más de 100 000
proyecciones de la esperanza de vida de los hombres para cada país. Todos los cálculos para las proyecciones
probabilísticas de la esperanza de vida al nacer de los hombres se realizaron utilizando el paquete R “bayesLife”
de código abierto (Ševčíková, Raftery y Chunn, 2014).
La mediana de estas proyecciones se utilizó como proyección de mortalidad estándar en la revisión de 2019 de
World Population Prospects. Para evaluar la incertidumbre de las tendencias futuras de la esperanza de vida al
nacer de los hombres, se calcularon también intervalos de predicción del 80% y el 95%.
4. Ajustes para futuras mejoras de la mortalidad en países o zonas seleccionadas
Una disminución relativamente rápida de la mortalidad infantil en la última parte del período de observación
puede haber contribuido a un marcado aumento de la esperanza de vida proyectada sobre la base de la aplicación
del modelo actual en algunos de esos países. Por otra parte, varios países que experimentaron períodos de
estancamiento de la mortalidad en el período de observación tendieron a registrar incrementos proyectados
en la esperanza de vida inusualmente pequeños con el enfoque estándar. En ambos casos, se hicieron ajustes
de manera que los cuatro parámetros de la función logística doble responsable de los futuros incrementos para
cada país se basaran en la experiencia de los principales países de su respectiva región.
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