4.3 CARACTERÍSTICAS DE LAS POBLACION QUE ACCEDE Y NO ACCEDE A LOS SERVICIOS DE SALUD EN EL PERU
4.3.1 IDENTIFICACIÓN DE LA POBLACIÓN QUE ACCEDIO Y NO ACCEDIO A LOS SERVICIOS DE SALUD EN EL PERU Del total de la población con algún problema de salud (enferma o accidentada) accedió a los servicios de salud un 51,5% y no accedió a los servicios de salud en un 48,5%. Ver Cuadro Nº 10 y Gráfico Nº 3. Se está considerando en el acceso a la utilización de los servicios de salud institucional que hace la población, no se considera como acceso a la automedicación, el acudir a la farmacia, asistir al curandero, brujo o comadrona. Estas cifras demuestran la gran limitación que tiene la población para acceder a los servicios de salud y la necesidad de examinar los determinantes del no acceso a los servicios de salud.
Perú: Población con acceso y no acceso a los Servicios de Salud. II Trimestre 1998 (en porcentaje)
Perú: Población con acceso y no acceso a los Servicios de Salud. (en porcentaje)
4.3.2 IDENTIFICACIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN QUE ACCEDE Y NO ACCEDE A LOS SERVICIOS DE SALUD EN EL PERÚ
4.3.2.1 CARACTERÍSTICAS ECONOMICAS La población agrupada por deciles de ingreso, Ver Gráfico Nº 4, accedió al los servicios de salud institucionales en relación al ingreso, la población con menores ingresos (que pertenece al primer decil y segundo decil de ingresos) es la que registra menor acceso institucional a los servicios de salud, 8,0% y 9,9% del total de la población que accedió a los servicios de salud; en el tercer decil y séptimo decil de ingreso, los porcentajes fueron de 10,0% en cada uno, en los deciles quinto, octavo y décimo, el acceso a los servicios de salud fue mayor, alcanzando cifras porcentuales de acceso de 10,7, 10,6% y 10,6% del total de la población.
Perú: Población que accedió a los Servicios de Salud según Deciles de Ingreso
Cuando al acceso institucional a los servicios de salud le sumamos la población que se autoreceta o que acudió a la farmacia, el acceso a los servicios de salud* se hace de manera primaria más visible en relación al ingreso, es decir el acceso a los servicios de salud en el Perú están en relación directa con el ingreso, así, a menor ingreso menor acceso y a mayor ingreso mayor acceso, datos al canto la población del primer decil de ingreso accedió a los servicios de salud en un 7,5% del total de la población, la población del segundo, tercer y cuarto decil de ingreso, accedieron en términos porcentuales en 8,6%, 9,1% y 9,8% respectivamente del total de la población que accedió a los servicios de salud.
La población que porcentualmente accedió más fueron los ubicados en quinto al décimo decil de ingreso, así la población del quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno y décimo decil de ingreso accedió a los servicios de salud en porcentajes de 10,5%, 10,2%, 10,6%, 11,1%, 11,2% y 11,5% del total de la población que accedió a los servicios de salud.
Perú: Acceso (Institucional y no Instituciional) a los Servicios de Salud, según Deciles de Ingreso
Si observamos el Gráfico Nº 6, que muestra el resultado de no acceso institucional a los servicios de salud, encontramos que la población con menos ingresos (primer y segundo decil ), así como la población ubicada en el último decil de ingreso tienen un comportamiento similar, no acceden a los servicios de salud en menor proporción que los otros deciles, así tenemos que el primer y segundo decil de ingreso participan con 7,7% y 9,5% del total de la población que no accede a los servicios de salud, lo mismo el décimo decil, que participa con 9,4% del total de población que no accede a los servicios de salud ene le Perú; el no acceso en los otros deciles de ingreso es mayor, siendo la población perteneciente al cuarto, quinto y sexto decil los que en mayor proporción no acceden a los servicios de salud en el Perú.
Si como en el caso anterior sumamos al acceso institucional los casos de utilización de los servicios de farmacia (automedicación o atención en la farmacia y botica), encontramos que la población que menos accede a los servicios de salud son los que menor ingreso tienen y en una relación inversa, así a menor ingreso mayor no acceso a los servicios de salud, y a mayor ingreso menor no acceso a los servicios de salud. (Ver Gráfico Nº 7).
Por otra parte, si observamos el Cuadro Nº 11, que muestra el acceso y no acceso institucional a los servicios de salud por Area de Residencia y Región Natural, encontramos que la población rural con menores ingresos es la que en mayor proporción no accede a los servicios de salud, el 38,0% del total de la población rural que no accedió a los servicios de salud pertenece al primer quintil de menor ingreso, seguido por el segundo quintil con 29,4%, y así sucesivamente el tercero, cuarto y quinto quintil que participan con 17,6%, 9,6%, 5,3% del total de la población que no accede a los servicios de salud.
En el área urbana, en general se muestra una relación positiva entre no acceso e ingresos, visto desde la participación porcentual de la población urbana que no accedió a los servicios de salud, configurando un proceso distinto que en el área rural, esta característica de la población urbana indica que del primer quintil no accede a los servicios de salud el 5,3% del total de la población que no accede, mientras que del último quintil no accedieron a los servicios de salud un 28,2% del total de esta población no accesitaria.
Asimismo, el acceso de la población que mas accedió en el ámbito rural es la que pertenece al primer quintil de ingreso, siendo el 40,3% del total de población que accedió a los servicios de salud, 31,6% pertenece al segundo quintil, 15,7% al tercer quintil, 8,3% y 4,1% al cuarto y quinto quintil de ingresos respectivamente. Es decir un comportamiento en el que se tiene a la población de menores ingresos es la que accede en mayor proporción que los de mayores ingresos, ello estaría dado por la composición de la población rural en términos de ingresos, que es inversamente proporcional al ingreso, es decir la población con menor ingreso significó el 39,2% del total de la población rural que manifestó enfermedad o accidente, esta va bajando, pues en el segundo quintil de ingreso se agrupa el 30,5% de la población, 16,7%, 9,0% y 4,7% corresponden al tercer cuarto y quinto quintil de ingreso.
En el área urbana, sucede casi lo mismo que en el no acceso, pues la población que más accede es la población con mayores ingresos, el primer quintil de la población representa el 5,9% del total de la población que accede a los servicios de salud, luego el segundo quintil contribuye con 14,1%, y así sucesivamente el tercero, cuarto y quinto representan el 23,5%, 26,8% y 29,9% del total de la población que accedió a los servicios de salud en el país.
Esta similar relación entre acceso y no acceso respecto del ingreso en la población urbana, viene dada también por la composición de la población urbana que presentó enfermedad o accidente.
En términos de Región Natural en relación con el ingreso, y su acceso y no acceso a los servicios de salud, encontramos que las relaciones son similares al Area de Residencia, en los que se verifica que el acceso y no acceso tienen la misma relación respecto del ingreso y su participación depende del tamaño de la población que reportó enfermedad en cada Región Natural.
El Cuadro Nº 12, muestra los totales de participación porcentual en el acceso y no acceso a los servicios de salud por cada Area de Residencia, cada Región Natural y cada ingreso, así, encontramos que del total de la población rural el 49,5% no accedió a los servicios de salud y el 50,5% si accedió a los servicios de salud; la participación de los más pobres respecto del total de la población rural que reportó enfermedad o accidente es mayor entre los que no acceden, así la población que pertenecen al quintil primero participan con el 18,8% del total de la población rural que tuvo problemas de salud, el segundo quintil participa con 14,5%, seguido de lejos por la población del tercer quintil con 8,7%, 4,8% del cuarto quintil y 2,6% del mayor quintil, es decir se configura una relación de no acceso en función inversa del ingreso.
El acceso a los servicios de salud tiene la misma relación inversa, ¿será que los ricos se enferman menos? , el 20,4% de la población rural enferma o accidentada y que pertenece al primer quintil accedió a los servicios de salud, el 15,9% perteneció al segundo quintil y así sucesivamente fue disminuyendo el porcentaje de acceso conforme aumentaba el quintil de ingreso.
Si analizamos estos resultados en porcentaje del total de las población, encontraremos que la población del primer quintil accede más que no accede, el 20,4% del total de la población rural enferma o accidentada accede y el 18,8% no accede. Los mismo ocurre en el segundo quintil el 15,9% accede y el 14,5% no accede, la población que accedió, aquí también es superior, pero a partir de la población del tercer quintil hacia adelante, el porcentaje de población que no accede es superior a la población que accede, esto estaría indicando que la población con más altos ingresos no realiza en mayor proporción consulta institucional y que podría ser que se este automedicando, repitiendo las recetas anteriores o acuda a la farmacia, lo cual también supondría la presencia de enfermedades no muy complicadas en esta población.
En el área urbana, del total de la población con enfermedad o accidente, el 52,1% de la población accedió a los servicios de salud institucionales, y el 47,9% no accedió, muestra ello que la población urbana tiene un mayor porcentaje de acceso que la población total del país que reportó accidente o enfermedad; el no acceso y el acceso a los servicios de salud mostró en relación a los quintiles de ingreso que existió una relación directa, es decir a mayor ingreso mayor acceso y también mayor no acceso, aunque resalta que la población que accede en todos los quintiles (con excepción del segundo quintil), la población que accede es superior a la población que no accede.
Visto los resultados en el mismo Cuadro Nº 12, en la Región Natural Resto Costa, el 56,6% del total de la población de esta Región Natural no accedió a los servicios de salud, y el 43,4% de la población accedió, en todos los quintiles de ingreso el porcentaje del total de la población de la Región Natural fue superior en no acceso respecto del acceso.
En la Sierra el porcentaje de acceso fue superior al de no acceso, así accedió a los servicios de salud 51,3% del total de la población de esta Región Natural, mientras que no accedieron el 48,7%; las poblaciones más numerosas son las de menores ingresos, por tanto el acceso y no acceso están en relación inversa al ingreso.
En la Selva, el porcentaje de acceso fue superior al de no acceso, así accedieron a los servicios de salud el 52,0% del total de la población de esta región, mientras el 48,0% no accedió, ocurre lo mismo que en la Sierra, las proporciones de población con menores ingresos son mayores, entonces acceden y no acceden en esa misma relación.
En Lima Metropolitana, se obtiene una mayor participación de acceso a los servicios de salud, así el 58,4% de la población de Lima Metropolitana, accedieron a los servicios de salud, y el 41,6% no accedió. En todos los quintiles el porcentaje de participación en el acceso a los servicios de salud de la población es superior a los que no acceden, aquí estaría influyendo grandemente la mayor información y la accesibilidad temporal o geográfica.
De la población total que reportó enfermedad o accidente, en la población del quintil I, de menor ingreso, es mayor la participación de la población en el acceso respecto del no acceso, así accedió a los servicios de salud el 9,2% del total poblacional, mientras que no accedieron el 8,3%. En general el acceso es superior al no acceso en todos los quintiles de ingreso, pero se nota que existe una tendencia creciente en el acceso mientras mayor sea el nivel de ingreso, así la población que accedió del primer quintil sólo aporta el 9,2% del total de la población enferma o accidentada, mientras que los de mayor ingreso que accedieron alcanzaron a ser el 10,8 % del total de la población enferma o accidentada.
4.3.2.2 CARACTERÍSTICAS SOCIALES, EDUCATIVAS Y DEMOGRAFICAS
En el Cuadro Nº 13, encontramos el acceso y no acceso a los servicios de salud de la población expresados en porcentajes por nivel de educación según Area de Residencia y Región Natural. Las proporciones de acceso y no acceso siguen siendo similares, el alto porcentaje de no acceso institucional a los servicios de salud se da en el área rural y en el área urbana.
En términos educativos, la población que no accedió a los servicios de salud en el área rural es menor a los que accedieron en los niveles educativos de sin nivel, primaria y superior universitaria, así el 48,2% de la población sin nivel no accedió y el restante 51,8% sí accedió a los servicios de salud, el 49,6% de la población primaria no accedió mientras el 50,4% de esta población accedió, el 45,4% de la población universitaria no accedió mientras que el 54,6% de esta población accedió. En la población con niveles educativos de secundaria, superior no universitaria y educación especial, los porcentajes de no acceso a los servicios de salud son mayores, el 50,5% de la población con educación secundaria no accedió a los servicios de salud, mientras que el 49,5% de esta población accedió, el 55,0% de la población con educación superior no universitaria no accedió y el 45,0% sí accedió a los servicios de salud, el 55,9% de la población con estudios de educación especial no accedió mientras que el 44,1% sí accedió a los servicios de salud.
En la población urbana el porcentaje de acceso es superior en todos los niveles educativos, destacan una mayor diferencia los niveles educativos superior universitario y educación especial, así en la población con nivel universitario 57,1% accedió a los servicios de salud frente al 42,9% que no accedió, en la población con educación especial el 74,2% accedió y el 25,8% no accedió a los servicios de salud.
Si observamos los resultados por Región Natural, primero encontramos que en la Región Natural Resto Costa, el 56,6% de la población que reportó enfermedad o accidente no accedió a los servicios de salud, mientras que el 43,4% de la población si accedió a estos servicios. En esta región es donde existe mayor inequidad en el acceso a los servicios de salud. En todos los niveles educativos el no acceso es superior al acceso, disminuyendo según se incrementa el nivel educativo, así tenemos que en la población sin nivel educativo que no accedió alcanzó el 59,2% mientras que la proporción que accedió alcanzó el 40,8%, la población con estudios de primaria que no accedió alcanzó el 58,4% mientras que la que no accedió el 41,6%, la población con nivel educativo secundario no accedió en un 54,3% frente al 45,7% que sí accedió a los servicios de salud.
En las otras regiones naturales distintas de la Resto Costa, el acceso en términos porcentuales, es mayor al no acceso a los servicios de salud, es decir en las otras regiones naturales la población que reporta enfermedad o accidente tiene un mayor acceso a los servicios de salud respecto de la población que no accede, siendo Lima Metropolitana el que tiene mayor proporción que accede respecto a los que no acceden, el 58,6% de la población que se accidenta o enferma en Lima Metropolitana accedió a los servicios de salud, mientras que el 41,4% del total de la población enferma o accidentada no accedió a los servicios de salud.
En la Sierra, la población que accede es superior a la que no accede, el 51,5% de la población que reportó enfermedad o accidente accede a los servicios de salud mientras que el 48,5% no accede, en términos educativos, las proporciones entre acceso y no acceso fueron cambiando, es mayor la proporción de la población que accede sin nivel educativo, con primaria y superior universitaria, 53,5%, 51,4% y 57,4% respectivamente. Mientras que la población que no accede es mayor en los niveles educativos de secundaria, superior no universitaria y educación especial, con 50,4%, 54,1% y 70% respectivamente. Indicaría que el nivel de educación en la Sierra no influencia de modo directo en el comportamiento de las personas.
En la Selva la población que accede fue mayor en la población sin nivel educativo, con estudios de primaria y educación especial, 51,4%, 54,1% y 100.0% respectivamente, mientras que en la población con secundaria, superior no universitaria y superior universitaria el no acceso fue mayor, 50,5%, 64,4% y 52,7% respectivamente.
En Lima Metropolitana, el porcentaje de acceso (58,6%) de la población es superior al de no acceso (41,4%), así mismo hay una relación directa entre el porcentaje de acceso con el nivel educativo, así cuando es mayor el nivel educativo es mayor el porcentaje de acceso de la población, el 57,4% de la población sin nivel educativo accede a los servicios de salud, este alto porcentaje se explicaría por la cercanía del establecimiento de salud o por la educación de los padres. En los otros niveles educativos la participación de la población que accedió fue de 57,1% (primaria), 58,2% (secundaria), 63,1% (superior no universitaria), 61,4% (universitaria) y 72,0% (educación especial).
A pesar de la cercanía de los establecimientos de salud, en Lima Metropolitana, existen grandes sectores poblacionales que no acceden a los servicios de salud (41,4%), siendo los que menos acceden los de menor nivel de educación, no accedieron a los servicios de salud el 42,3% de la población sin nivel de educación, el 42,9% de los tuvieron primaria y el 41,8% de los que tuvieron secundaria.
En la Sierra, Selva, parece no influir la educación en el acceso a los servicios de salud, pues indiferentemente del nivel de educación, la población accede y no accede a los servicios de salud, ello estaría indicando que existen muchas limitaciones respecto de la salud en el proceso educativo peruano o que existen otros factores distintos de la educación y que no permiten el acceso a los servicios de salud a la población. Mientras que en Lima Metropolitana si hay una clara diferencia que va marcando el porcentaje de acceso de la población, esta diferencia es el nivel educativo.
En términos generales, visto los resultados en forma global de la población según nivel educativo y acceso, encontramos que en todos los niveles educativos, la población que accede es mayor a la población que no accede, que en los niveles educativos superior universitario y educación especial, hay una marcada diferencia de la población que accede respecto de la que no accede, así el 56,9% de la población universitaria que reportó enfermedad o accidente accedió a los servicios de salud y en la población con educación especial el 67,0% accedió a los servicios de salud.
El Cuadro Nº 14, muestra los resultados de la población que reportó enfermedad o accidente y que participan porcentualmente según nivel educativo en el acceso y porcentualmente según nivel educativo en el no acceso a los servicios de salud por Area de Residencia y Región Natural.
En el área rural, la participación de la población con estudios de primaria es la más importante en el acceso (50,2%)y en el no acceso a los servicios de salud (50,6%); en el área urbana la población con nivel de estudios de secundaria es la más importante en el acceso (36,1%) y no acceso a los servicios de salud (36,0%); en general la población por Area de Residencia que accede y no accede a los servicios de salud tienen una estructura porcentual ligada al total por cada nivel educativo.
En los resultados por Región Natural, también tenemos que la participación de cada nivel educativo tanto en el acceso y en no acceso están en función al tamaño de la población por cada nivel educativo, existe una tendencia marcada de ubicar a la población del Resto Costa, Sierra, Selva y Lima Metropolitana en los niveles de primaria y secundaria Destacan las cifras mayores en el acceso y no acceso por Región Natural, el 38,9% de la población que no accedió a los servicios de salud en el Resto Costa tenía estudios de primaria, el 43,7 % de la población que no accedió en la Sierra tenía estudios de primaria, el 52,8% de la población que accedió en la Selva tenía estudios de primaria y el 38,9% de la población de Lima Metropolitana que accedió contaba con estudios secundarios.
Un tercer grupo poblacional de acceso y no acceso es la población sin nivel de estudios, en el general de la población que reportó enfermedad, representó el 18,8% del total de la población, la población con estudios primarios es la que más porcentaje representa en el no acceso, el 39,7% del total de la población que no accede; en la población que accede también es la población con estudios de primaria la que más accede a los servicios de salud (38,5%).
El Cuadro Nº 15, que toma los totales de la población por Area de Residencia y Región Natural, encontramos que en el área rural el 25,4% del total de esta población, accede a los servicios de salud y tiene estudios primarios, asimismo el 25,0% de la población rural que no accedió a los servicios de salud tenía estudios primarios, entre ambos porcentajes suman 50,4%, es decir un poco más de la mitad de la población que se enferma o accidenta tiene un nivel de estudios primarios en el área rural, seguido de la población sin estudios o sin nivel de estudios, que alcanza el 27,1% de la población rural, que desagregado en términos de acceso alcanzó el 14,0% del total de esta población y la que no accedió el 13,1%.
Ver Cuadro Nº 14 En el área urbana, existe una mayor participación de la población en el acceso, que se distribuye principalmente entre la población con estudios de secundaria, primaria y sin nivel, el 18,8%, 16,9% y 7,4% respectivamente del total de la población. No accedieron del total poblacional urbano, el 6,9% que no tenía nivel educativo, el 16,1% que tenía estudios primarios y el 17,2% que tenía estudio secundarios. Porcentajes similares a los del acceso, que muestran la proporción del nivel de estudios de la población en el área urbana, y que comparada con el área rural, tiene muchas diferencias, sobre todo indicaría que la población con nivel educativo secundario es mayor en la parte urbana, y que la población sin nivel educativo es mayor en el área rural.
En cuanto a la Región Natural, sigue destacando la región Resto Costa como la más inequitativa, la mayor parte de la población no accede a los servicios de salud (el 56,6%), la población con estudios de primaria es la que más se enferma o accidenta y que tiene una población mayor de no acceso, el 22,0% del total poblacional de esta región, distante del 15,7% del total poblacional que accede y que tiene estudios primarios, la población con estudios de secundaria que no accedió a los servicios de salud significó el 18,8% del total poblacional del Resto Costa, mientras que la población con estudios de secundaria que accedió a los servicios de salud representó el 15,8%. En todos los niveles educativos el no acceso es superior proporcionalmente al acceso.
En la Sierra, el 22,4% de la población que accede a los servicios de salud tiene estudios primarios, mientras que el 21,2% del total poblacional que no accede tiene estudios primarios, el 12,6% del total de la población, accedió a los servicios de salud y no tiene nivel educativo y el 11,0% del total de la población, no accedió y tampoco tiene nivel educativo.
En la Selva, entre la población sin estudios, con primaria y secundaria, hacen en total el 94,8% de la población que reportó enfermedad o accidente, algo similar ocurre en el Resto Costa y en la Sierra; en la Selva el mayor porcentaje de población se encuentra entre los que más acceden, el 27,4% del total de la población accedió a los servicios de salud y tuvo estudios primarios, el 23,2% del total de la población no accedió a los servicios de salud y también tiene estudios primarios, entre ambos suman el 50,6% de la población, le sigue la población con estudios de secundaria y posteriormente los de sin nivel, con 22,4% y 21,8% del total de la población de esta región.
En Lima Metropolitana la población con estudios de secundaria es la que más reportó enfermedad o accidente, un 38,6% del total poblacional, accedió más la población con estudios de secundaria, 22,5% del total poblacional, un 16,1% que no accedió también tuvo estudios de secundaria. Dentro de la población por región natural, Lima Metropolitana es la región que muestra menores porcentajes del total de la población que no accede a los servicios de salud y que no tiene nivel de estudios (6,0%), lo mismo ocurre con la población con estudios de primaria que apenas alcanza el 12,4% del total poblacional. Lima Metropolitana es la región que muestra menores niveles de inequidad en el acceso por nivel de educación y en términos generales, a pesar de tener al 41,4% de la población que no accede a los servicios de salud.
En términos totales de la población, el 19,9% del total de la población que reportó enfermedad o accidente, accedió a los servicios de salud y tuvo estudios de primaria, el 15,6% contó estudios de secundaria, el 9,7% no tenía estudios, el 3,6% tuvo estudios superiores universitarios. El 19,2 % del total de la población que reportó enfermedad o accidente, no accedió a los servicios de salud y tenía estudios de primaria, el 14,6% tenía estudios secundarios, el 9,1% no tenía estudios y el 2,7% tuvo estudios superiores no universitarios. Existe una marcada diferencia entre el acceso y no acceso de la población con estudios superiores universitarios, el 3,6% del total de la población y que tenía estudios superiores accedió a los servicios de salud, mientras que el 2,7% no accedió, es decir el comportamiento de la población con estudios universitarios tiene un 25% de diferencia entre la población que accedió y no accedió a los servicios de salud.
El Cuadro Nº 16, muestra que según Area de Residencia, la población rural y urbana muestran altos porcentajes de no acceso a los servicios de salud, 49,5% del total de la población rural y 47,9% del total de la población urbana, el acceso por tanto quedó comprendido al 50,5% de la población del área rural y al 52,1% de la población del área urbana.
Visto por Región Natural, en el Resto Costa es donde la proporción de no acceso es superior, 56,6% frente al 43,4% de la población que sí accedió a los servicios de salud, en las otras regiones naturales, el acceso es mayor al no acceso, en la Sierra alcanzó al 51,3%, en la Selva al 52,0% y en Lima Metropolitana al 58,4% de la población.
En cuanto al acceso y no acceso por Nivel de Urbanización, encontramos que en las Ciudades Capitales el 53,4% de la población accede, mientras que el 46,6% que no accede a los servicios de salud, en las Grandes Ciudades el 51,5% accede y el 48,5% no accede, en Centros Poblados de más de 2000 habitantes, el no acceso es superior, el 54,1% de ésta población no accedió y el 45,9% accedió a los servicios de salud, en los Centros Poblados de 500 a 2000 habitantes, el no acceso alcanza cifras mayores, el 58,3% de la población no accedió y el 41,7% si accedió a los servicios de salud, en el área rural, el acceso (54,6%) fue superior al no acceso (45,4%). Así entonces, encontramos que la población de los Centros Poblados es la que tiene más dificultades para acceder a los servicios de salud.
El Cuadro Nº 17, muestra la estructura poblacional de acceso y no acceso a los servicios de salud según Area de Residencia, Región Natural y Nivel de Urbanización; en términos de acceso por Area de Residencia el 34,8% de la población correspondió al área rural y el 65,2% perteneció al área urbana; en el no acceso a los servicios de salud, la población rural no accedió en un 36,3%, mientras que la población urbana no accedió en un 63,7%.
En términos de Región Natural, en lo que corresponde al acceso, la Sierra y Lima Metropolitana, participaron con una mayor proporción de población que accede a los servicios de salud, la Sierra con 35,5% y Lima Metropolitana con 31,4% del total de la población que accedió a los servicios de salud. Las regiones cambian cuando se trata de mencionar a las regiones que aportan mayor población en cuanto al no acceso a los servicios de salud, el 35,0% perteneció a la Sierra y el 27,1 perteneció al Resto Costa. Visto por Nivel de Urbanización, encontramos cómo la población encuentra muchas limitaciones para el acceso a los servicios de salud, pues a pesar de vivir en Ciudades Capitales o en otro tipo de ciudades o Centros Poblados, la proporción de población que no accede es alta respecto de la proporción del acceso. Así la población que no accede dentro de las Ciudades Capitales alcanza al 46,6% del total de población no accesitaria, los Centros Poblados con más de 500 hasta 2000 habitantes y la población rural alcanzan al 13,6% y 22,7% del total de la población que no accedió a los servicios de salud.
La población que más accede a los servicios de salud es la que se encuentra en las Ciudades Capitales que alcanza a cerca de la mitad de la población con acceso, así el 49,9% del total de la población que accedió a los servicios de salud pertenecieron a esta Ciudades Capitales, luego la población que habita en el área rural en términos de Nivel de Urbanización es la que le continúa en acceso, el 25,7% del total de la población que accedió a los servicios de salud perteneció a este Nivel de Urbanización.
El Cuadro Nº 18, muestra los porcentajes de acceso y no acceso a los servicios de salud visto desde una perspectiva de la participación de la población como porcentaje del total de la población por área de residencia, región natural y nivel de urbanización; así según área de residencia, la población rural tuvo un acceso que representa el 17,9% del total de la población que reportó enfermedad o accidente, mientras que la población urbana representó el 33,6%.
Por región natural, la población de la Sierra es la que menos accedió dentro del total poblacional, participó con un 17,4% del total poblacional que reportó enfermedad o accidente, la población de la Sierra también es la que en su mayoría accede a los servicios de salud, representó el 18,3% del total de la población enferma o accidentada, las cifras confirman también que en el Resto Costa la población que no accedió es mayor el 13,1% del total poblacional, mientras que la que accedió es el 10,1% del total de población enferma o accidentada, por otra parte, Lima Metropolitana, confirma que el acceso es mayor al no acceso, accedieron a los servicios de salud el 16,2% del total de la población frente al 11,5% que no accedió.
Por Nivel de Urbanización, la mayor participación porcentual corresponde al acceso a los servicios de salud en las Ciudades Capitales, que alcanzó el 25,7% del total de al población enferma o accidentada. Asimismo en estas Ciudades Capitales se confirma un alto porcentaje de no acceso, el 22,5% del total de la población que no accedió pertenece a estas Ciudades Capitales, el área rural confirma también tener un alto porcentaje de no acceso, el 11,0% del total poblacional, no accedió a los servicios de salud y además vive en el área rural.
El Cuadro Nº 19, muestra según el sexo de la población, el acceso y no acceso a los servicios de salud por área de residencia, región natural y nivel de urbanización. Así, encontramos que el hombre del área rural no accedió en un 49,7% y accedió en un 50,3%, en el área urbana, no accedió el 47,9% y accedió en 52,1%, las mujeres del área rural y urbana tienen similar participación.
En cuanto a la región natural es destacable el no acceso de las mujeres en la región Resto Costa, el 58,1% de las mujeres de esta región no accedió a los servicios de salud, frente a un 41,9% de mujeres que si accedieron, los hombres también no accedieron en un porcentaje de 54,9% frente a los que sí accedieron que representó un 45,1%. En las demás regiones naturales, Sierra, Selva y Lima Metropolitana encontramos la participación de hombres y mujeres en porcentajes similares para el acceso y no acceso, donde destaca en Lima Metropolitana el mayor acceso de las mujeres 58,6% frente al 41,4% de no acceso, y de hombres, accedieron el 58,2% y no accedieron el 41,8%.
Por nivel de urbanización la participación de hombres y mujeres en el acceso y no acceso son similares, en las Ciudades Capitales accedieron 53,3% del total de hombres de estas ciudades frente a 46,7% que no accedieron., las mujeres accedieron 53,5% y no accedieron 46,5%.
El Cuadro Nº 20 presenta la estructura poblacional según sexo del acceso y no acceso a los servicios de salud, por área de residencia, región natural y nivel de urbanización; el hombre del área rural no accede en un 36,8% frente a los 63,2% del hombre del área urbana, el acceso también registró porcentajes similares, 35,1% de hombres del área rural accedió y 64,9% de hombres del área urbana accedieron, en las mujeres también se registró similares porcentajes que dan cuanta de las proporciones que existen entre el área rural y el área urbana.
En las regiones naturales, los hombres que en mayor proporción no acceden pertenecen a la Sierra, participan con un 36,4% del total de hombres que no accedieron, le siguen el Resto Costa con 26,1%, Lima Metropolitana con 24,0%y los hombres de la Selva con 13,5%. Los hombres que accedieron a los servicios de salud participan con un 35,0% los de la Sierra, 31,5% los de Lima Metropolitana, 20,2% los del Resto Costa y 13,3% los de la Selva.
Las mujeres vistas desde el acceso y no acceso por región natural, muestran que el 35,4% de ellas y que no accedieron a los servicios de salud eran de la Sierra, 27,9% del Resto Costa, 23,6% de Lima Metropolitana y 13,2% de la Selva. En cuanto al acceso, las mujeres que más accedieron fueron las de la Sierra con 36,0% del total de mujeres que accedieron, Lima Metropolitana aporta el 31,3%, Resto Costa el 18,9% y la Selva el 13,8%. En términos estructurales, diremos que tanto en el Resto Costa y la Sierra, los hombres y las mujeres tienen una participación porcentual mayor en el no acceso respecto a su participación porcentual en el acceso, mientras que en Lima Metropolitana ocurre lo inverso, los hombres y mujeres participan porcentualmente más en el acceso que en el no acceso.
Asimismo el hombre de las Ciudades Capitales participa en primer lugar en el acceso, 49,4% del total de la población que accedió a los servicios de salud, seguido por los del área rural con 26,1%, luego muy lejos los hombres de los Centros Poblados de 500 a 2000 habitantes con 9,1%, los de los Centros Poblados con más de 2000 habitantes con 8.6%, de las Grandes Ciudades con 6,9%. En el no acceso, los hombres tiene similares proporciones, 45,9% pertenecen a las Ciudades Capitales, 23,2% al Área Rural, 13,6% a los Centros Poblados de 500 a 2000 habitantes, y aquí observamos que en este nivel de urbanización el porcentaje de participación de los hombres en el no acceso es mayor al porcentaje de participación de hombres en el acceso a los servicios de salud, lo mismo ocurre en los Centros Poblados de más de 2000 habitantes.
Similares porcentajes de participación en la estructura poblacional de acceso por nivel de urbanización se observa en la mujeres, destaca que en las Ciudades Capitales, el no acceso y el acceso es mayor en las mujeres y en el Área Rural el acceso y no acceso es menor en las mujeres.
Si observamos ahora la participación de hombres y mujeres como porcentaje del total de la población por área de residencia, región natural y nivel de urbanización (Ver Cuadro Nº 21) encontraremos que de la población enferma o accidentada de sexo masculino, el 18,1% accedió a los servicios de salud y es del área rural, el 33,4% accedió y pertenece al área urbana, el 17,9% no accedió y es del área rural, y, el 30,7% no accedió y es del área urbana. Las mujeres que reportaron enfermedad o accidente en un 17,8% del total de ellas accedieron a los servicios de salud y eran del área rural, 33,8% accedieron y eran del área urbana, el 17,9% no accedieron y eran del área rural, y, el 31,1% no accedió y era del área urbana.
Por región natural, del total de hombres que reportaron enfermedad o accidente, el 18,0% accedió a los servicios de salud y pertenecía a la Sierra, el 16,2% accedió y era de Lima Metropolitana, seguido por el 10,4% que accedió y era del Resto Costa, se muestra también que el 17,7% de hombres no accedieron y eran de la Sierra, 12,7% no accedió y era dl Resto Costa, porcentaje superior en más de tres puntos al acceso en esta región natural y en Lima el acceso de hombres alcanzó a sólo 11,6% inferior al 16,1% de hombres que accedieron a los servicios de salud. Las cifras de las mujeres que reportaron enfermedad o accidente son similares a las de los hombres, sólo cabe resaltar que en la región Resto Costa el no acceso es porcentualmente superior al acceso de mujeres, así tenemos que no accedieron a los servicios de salud el 13,5% del total de la población enferma o accidentada y accedió el 9,8%.
Respecto del nivel de urbanización, los hombres de las Ciudades Capitales accedieron en un 25,4% del total de la población hombre que reportó enfermedad o accidente, el 22,6% no accedió y también perteneció a las Ciudades Capitales, le siguen los del Area Rural, que accedieron en un 13,4% del total y no accedieron en un 11,3% del total de la población hombre que reportó enfermedad o accidente. Las mujeres de las Ciudades Capitales accedieron en un 26,0% del total de mujeres enfermas o accidentadas, no accedieron el 22,6%, le siguen en participación las mujeres del Area Rural, accedieron el 13,1% y no accedieron el 10,8% del total de mujeres enfermas o accidentadas.
Respecto a la edad y su relación con el acceso y no acceso a los servicios de salud, según área de residencia presentamos el Cuadro Nº 22, que la población que más accede es la población que tiene una edad entre 15 y 49 años, representando el 19,8% del total de la población rural que reportó enfermedad o accidente, asimismo el 18,7% no accede a los servicios de salud y pertenece a este rango de edad. Le sigue la población que va entre 5 y 14 años de edad, que participan con el 13,1% los que accedieron y 13,0% los que no accedieron como porcentajes del total de la población que reportó enfermedad en el área rural.
En el área urbana, también se presenta la misma característica de agrupar mayor población en el acceso y no acceso a los servicios de salud en la población de 15 a 49 años y entre la población de 5 a 14 años respectivamente, así en el primer rango accedieron el 25,4% y no accedieron el 23,5% del total de la población urbana que reportó enfermedad, y en el segundo rango, accedieron 11,0% y no accedieron el 10,1% del total de la población urbana que reportó enfermedad o accidente.
El Cuadro Nº 23, es resultado de examinar las regiones naturales y acceso y no acceso a partir de la edad de la población, ello expresado como estructura de participación en el acceso y no acceso; En el Resto Costa el 49,7% de la población que accedió estuvo en un rango de edad entre 15 y 49 años, en este mismo rango se ubica el mayor porcentaje de la población que no accedió, representa el 46,5% del total de la población que no accede. En la Sierra, Selva y Lima Metropolitana, la estructura porcentual en el acceso y no acceso está también liderada por este rango de población, que va entre los 15 y 49 años, alcanzando porcentajes que van entre 40% y 50% del total del acceso y del total del no acceso por cada región natural.
4.3.2.3 CARACTERÍSTICAS DE ACCESIBILIDAD 1. DE ACCESIBILIDAD TEMPORAL
El Cuadro Nº 24 examina la accesibilidad temporal, en términos de porcentaje de población que accedió a los servicios de salud y el tiempo que demoró en llegar a la utilización de dichos servicios, para ello hemos asumido tiempos de llegada por intervalos y encontramos primero por área de residencia, que la población rural que accedió a los servicios de salud llegó en un 68,5% en menos de 30 minutos a los servicios de salud, el 10,0% se demoró entre 30 minutos a menos de 1 hora, el 10,9% se demoró en llegar de 1 a 2 horas.
En el área urbana, la accesibilidad temporal explica que el 91,4% de la población que accedió a los servicios de salud llegó en menos de 30 minutos, lo cual estaría explicando que los establecimientos de salud en el área urbana están más al alcance de la población, por ello los porcentajes de la población con otros tiempos de llegada disminuye, así la población urbana que llegó entre 30 minutos a una hora, que fue 6,3%, entre 1 a 2 horas fue 1,7% de la población urbana.
Por región natural la accesibilidad temporal es mayoritaria en el rango que comprende un acceso en menos de 30 minutos en todas las regiones, hay mayor accesibilidad en el Resto Costa pues la población que accede a los servicios de salud en un 89,6% lo hace en menos de treinta minutos, en Lima Metropolitana el porcentaje es de 88,1%, en la Sierra 79,3% y en la Selva 79,2%. Asimismo la población que demoró en llegar al establecimiento de salud entre 30 minutos y 1 hora representa para Lima Metropolitana el 9,4% del total de la población que accedió a los servicios de salud, mientras que en el Resto Costa, Sierra y Selva fueron porcentajes de 6,1%, 6,6% y 6,7%. Esta mayor proporción para Lima Metropolitana se puede deber a que el acceso no es necesariamente a un establecimiento de primer nivel, sino que a un establecimiento de mayor nivel de resolución y que implica un traslado largo en el tiempo para acceder.
En la Sierra y en la Selva hubieron mayores tiempos de llegada a los establecimientos de salud, así de 1 a 2 horas y de 2 a 4 horas se demoraron porcentajes altos de población de estas regiones naturales, 6,8% y 4,9% del total de la población de la Sierra llegaron respectivamente en estos rangos de tiempo, mientras que en la Selva los porcentajes fueron de 6,4% y 6,2%.
Por nivel de urbanización, la accesibilidad temporal indica que la población en su mayoría llegó en menos de 30 minutos a los establecimientos de salud, en las Ciudades Capitales la población llegó en este período en un porcentaje de 91% del total de la población de este nivel de urbanización, en las Grandes Ciudades el 94,0%, en los Centros Poblados con más de 2000 habitantes el 92,2%, en los Centros Poblados con más de 500 a 2000 habitantes un 83,7% y en el Area Rural en un 59,8%, en este ultimo nivel de urbanización se registra los mayores tiempos de accesibilidad, así el 12,5% de la población que accedió a los servicios de salud demoró en llegar entre 30 minutos y 1 hora, el 14,2% demoró entre 1 a 2 horas, , el 10,3% de 2 a 4 horas, el 2,0% de 4 a 6 horas y el 1,1% en más de 6 horas.
En términos de ingresos, la población de menor ingreso (que pertenece al primer quintil de ingresos) tiene menor accesibilidad temporal que la población de mayores ingresos, así el 72,1% de la población del primer quintil accedió en menos de 30 minutos a un establecimiento de salud, el 8,4% accedió en un tiempo que iba entre 30 minutos y 1 hora, el 10,2% se demoró entre 1 a 2 horas, el 6,7% llegó entre 2 y 4 horas, el 1,6% se demoró entre 4 y 6 horas y el 0,9% se demoró más de 6 horas en llegar al establecimiento.
La población del segundo, tercero, cuarto y quinto quintil de ingreso, accedieron a un establecimiento de salud en un tiempo menor a 30 minutos en porcentajes poblacionales de cada quintil superiores al 83,0%, los del segundo quintil de ingreso tiene también dificultades en llegar a los servicios de salud, sus porcentajes de participación son mayores en los distintos rangos de tiempo que los quintiles tercero, cuarto y quinto.
Las mismas características se observaron en el tiempo de llegada de la población vista por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), así la población en condición de extrema pobreza con dos o más NBI, el 75,3% , llegó en menos de 30 minutos, el 9,1% llegó entre 30 minutos y 1 hora, el 7,0% se demoró en llegar entre 1 a 2 horas, el 5,6% se demoró en llegar 2 a 4 horas, el 2,0% se demoró de 4 a 6 horas y el 0,9% se demoró más de 6 horas en llegar al establecimiento de salud.
El 81,1% de la población con una NBI llegó en menos de treinta minutos, mientras que el 88,2% de la población sin NBI llegó en ese mismo tiempo, siendo la accesibilidad temporal más dura para la población con 1 NBI frente a la que no tiene NBI.
En términos de sexo, tanto hombres como mujeres tiene las mismas facilidades y dificultades en lo que es accesibilidad, ver Cuadro Nº 24.
Vista la accesibilidad por los grandes grupos de edad, la población hasta los 64 años llega con facilidad al establecimiento de salud, en un tiempo menor de 30 minutos llega más del 80% de cada grupo poblacional, pero la población de 64 a más edad, el 76,4 llega tan sólo en ese período, se observa también que esta población mayor tarda más en llegar en términos porcentuales y respecto a los otros grandes grupos de edad.
El Cuadro Nº 25 muestra la accesibilidad temporal expresada como porcentaje por cada intervalo de tiempo de llegada a los servicios de salud, por Area de Residencia se constata que la población del área rural participa minoritariamente en la población que accede a los servicios de salud en menos de 30 minutos, el 24,1% del total de la población que accede a los servicios de salud son del área rural, mientras el 75,9% son del área urbana, conforme es mayor el tiempo de llegada la participación porcentual por intervalo de tiempo del área rural va aumentando y la participación de la población va disminuyendo. Así, para el intervalo de tiempo de llegada a los establecimientos de salud de 30 minutos a 1 hora, la participación porcentual de la población rural es de 40,6% frente a un 59,4%, entre 1 hora y 2 horas la población rural fue de 73,1% frente a 26,9% del área urbana, entre 2 y 4 horas, la población del área rural fue de 89,4% frente a 10,6% de la población urbana, y en el intervalo de 4 a 6 horas de tiempo de llegada la población rural representa el 93,1% frente al 6,9% de la población del área urbana.
Por región natural quienes más participaron en acceder en menos de treinta minutos a los establecimientos de salud son los pobladores de Lima Metropolitana, seguidos por los de la Sierra, Resto Costa y los de la Selva, participando cada población con porcentajes de 32,4%, 29,5%,26,5% y 11,6% respectivamente. En el intervalo de 30 minutos a una hora de llegada a los establecimientos de salud, las proporciones y el orden son similares, aunque aumentó el porcentaje de Lima Metropolitana a 39,7% y disminuye la población del Resto Costa a 20,8%. Pero cuando el intervalo de tiempo es mayor a una hora, ocurre que los porcentajes de la población de la Sierra y de la Selva se incrementan, así cuando el intervalo es de 1 a 2 horas la participación porcentual de la población de la Sierra fue de 48,5% y de la población de la Selva de 17,8%, cuando es el intervalo de 2 a 4 horas la participación de la población de la Sierra fue de 59,5% y el de la Selva fue de 29,5%. De 4 a 6 horas la participación porcentual de la población de la Sierra fue de 74,6% y de la población de la Selva de 20,4%, cuando el intervalo fue de más de 6 horas la participación porcentual de la población de la Sierra fue de 71,7%% y de la población de la Selva de 16,7%.
Los problemas de accesibilidad , temporal que tienen poblaciones en la Sierra y Selva no le son ajenos a la población del Resto Costa en todos los intervalos de tiempo mayores a 1 hora presenta participaciones menores pero importantes cuando se trata del bien salud. Lima Metropolitana misma tiene problemas de accesibilidad cuando el intervalo de tiempo de llegada es de 1 a2 horas y de 2 a 4 horas, pues participa en cada uno de estos intervalos con 16,2% y 2,5% respectivamente. Cuando el tiempo es mayor de 4 horas Lima Metropolitana ya no tiene problemas de accesibilidad temporal.
Vista la accesibilidad temporal por el Nivel de urbanización los porcentajes de participación por intervalo de tiempo son distintos, así mientras el tiempo de llegada es mayor el grado de participación de la población de las Ciudades Capitales es menor, cosa contraria ocurre con el área rural y los Centros Poblados de 500 a 2000 habitantes, que cuando mayor es el tiempo de llegada su participación porcentual para cada intervalo se incrementa.
En el intervalo de tiempo menor de 30 minutos, participan las Ciudades Capitales con 57,3% del total de la población que acudieron a los establecimientos de salud en este período, muy lejos luego en participación porcentual le sigue el área rural con 13,4% del total, luego la población de los Centros Poblados con más de 2000 habitantes con 11,1%, seguido de los Centros Poblados con 500 a 2000 habitantes con 10,8%, y de las Grandes Ciudades con 7,4%. Conforme pasa el tiempo la participación porcentual por cada intervalo de tiempo de la población las Ciudades Capitales va disminuyendo, 50,8% cuando es de 30 minutos a 1 hora, 20,1% de 1 a 2 horas, 4,2% de 2 a 4 horas, 0,6% de 4 a 6 horas y 12,6% cuando es de más de 6 horas, esta información última requiere de cuidado puesto que en las Ciudades Capitales existen establecimientos de salud de distinto nivel de atención, y la llegada a estos en períodos largos estaría contemplando desde el tiempo en que la persona está enferma o accidentada y no sólo el traslado o el tiempo de llegada.
Lo que si es cierto es que cuando el intervalo de tiempo es mayor, el porcentaje de participación de la población del área rural aumenta fuertemente, cuando el intervalo es de 30 minutos a 1 hora el porcentaje es de participación es de 32,1%, 60,8% cuando es de 1 a 2 horas, 75,4% cuando es de 2 a 4 horas, 65,3% cuando es de 4 a 6 horas y 52,3% cuando es de más de 6 horas el intervalo de llegada a un establecimiento de salud.
Los de mayor ingreso de la población llegan a un establecimiento de salud en menos de 30 minutos en un 24,7% del total de la población de este intervalo, entre 30 minutos y 1 hora el 26,4%, entre 1 y 2 horas 16,5% y así conforme va siendo mayor el intervalo de tiempo de llegada el porcentaje de participación de esta población va disminuyendo. Cosa contraria sucede con la población de menores ingresos, cuando el tiempo de llegada es menor de 30, minutos, participa con 12,1%, si el tiempo de llegada es de 30 minutos a 1 hora, participan con el 16,2%, cuando el tiempo de llegada es de 1 a 2 horas participan con el 32,8%, es decir va aumentando su participación conforme el tiempo de llegada es mayor.
La accesibilidad temporal vista desde la población con NBI, confirma también las tendencias que observamos con la población vista por ingresos, así la población con más de 2 NBIs a mayor intervalo de tiempo de llegada, su participación por cada intervalo es mayor y caso contrario ocurre con la población sin NBI, sólo esta relación no se cumple por el intervalo de llegada mayor a 6 horas, que tendría las limitaciones antes mencionadas.
Por sexo la accesibilidad temporal nos indica que en general las mujeres llegan con más prontitud a los establecimientos de salud, aunque las diferencias son muy pequeñas. En términos de grandes grupos de edad, , la población de 15 a 49 es la que participa mayoritariamente en todos los intervalos de tiempo de llegada, , le siguen la población de 5 a 14 años y los niños respectivamente.
El Cuadro Nº 26 muestra en términos porcentuales la participación de la población respecto de los totales por Area de Residencia, Región Natural, Nivel de Urbanización, Ingresos, Pobreza según NBI, Sexo y Grandes Grupos de edad. Por área de residencia la población urbana accedió aun establecimiento de salud en menos de 30 minutos un 64,2% del total de la población, le sigue la población urbana con el mismo tiempo de llegada con un 20,4%, luego los promedios respecto del total de la población para el área rural van disminuyendo pero lentamente, y se va haciendo superior a la población del área urbana a partir del intervalo de tiempo de llegada de 1 a 2 horas. Reflejando en sí, los problemas de accesibilidad se presenta en mayor proporción en el área rural.
Por región natural, la participación de Lima Metropolitana es evidente como la que más aporta en los menores tiempo de llegada, incluso en los tiempos de 2 a 4 horas y los posteriores, indicarían que no tienen problemas de accesibilidad temporal, los problemas principales se observan el la Sierra y en la Selva , sobre todo en la Sierra que los establecimientos de salud en términos de tiempo están para esta población con dificultades de accesibilidad.
Vistos los porcentajes de participación de la población por nivel de urbanización respecto del total de población que accedió a los servicios de salud en el Perú, el 48,5% de la población accedió a los servicios de salud en menos de 30 minutos y pertenece a las Ciudades Capitales; le sigue en participación respecto del total de la población que acudió a los establecimientos de salud la población del Area Rural (11,3%) que llega antes de 30 minutos, en este mismo tiempo llega la población de los Centros Poblados de más de 2000 habitantes con 9,4%, luego también en ese mismo tiempo llega la población de los Centros Poblados con 500 a 2000 habitantes.
Respecto de los ingresos y accesibilidad temporal, el tiempo de llegada menor de 30 minutos acoge a la mayor cantidad de la población que distribuida por quintil de ingreso participa en relación directa con sus ingresos, la del menor quintil participa con el 10,2% del total de la población que accedió a los servicios de salud, de menor ingreso II (segundo quintil) 15,4%, tercer quintil 18,5%, el cuarto quintil 19,5% y el último quintil 20,9%. En el segundo intervalo de tiempo de llegada, de 30 minutos a 1 hora, los porcentajes de participación sobre el total de la población siguen la misma tendencia, los de menor ingreso participan menos (1,2%) y los de mayor ingreso participan más (1,9%), en el tercer, cuarto y quinto intervalo de tiempo de llegada el orden es inverso, participan más los de menores ingreso y participan menos los de mayores ingresos; todo ello estaría indicando que son los de menores ingresos que tienen más limitaciones de accesibilidad temporal, estando la accesibilidad temporal por tanto en relación directa del ingreso.
Cuando analizamos la accesibilidad temporal por el lado de la pobreza según NBI, esta tiene características similares a lo sucedido con la población visto por el lado del ingreso, en el intervalo de llegada menor de 30 minutos, la población sin NBI es el 52,8% del total de la población que acudieron a los establecimientos de salud, le sigue la población con 1 NBI, 21,7%, y finalmente la población con 2 ó más NBI con 10,1%, en el segundo y tercer intervalo están distribuidos en el mismo orden de participación, aunque los porcentajes son mucho menores, en el cuarto y quinto intervalo, la relación es inversa, participan más los que tienen 2 ó más NBI, seguido por los que tienen 1 NBI y finalmente los que no tienen NBIs. Es decir la distribución porcentual de la población que acudieron a los establecimientos de salud tienen más participación los no pobres y tienen más dificultades los de pobreza extrema. En términos de sexo, la participación de las mujeres en el tiempo de llegada a los establecimientos de salud, en todos los intervalos es mayor que los hombres, ello estaría significando solamente que las mujeres se enferman o tienen mayores accidentes que los hombres, por otra parte en lo que se refiere a los grandes grupos de edad, la población que más accede y en menor tiempo es la población que tiene una edad que fluctúa entre 15 y 49 años.
Finalmente, la población en un 84,6% del total de población que accedió a los servicios de salud llega al establecimiento de salud en menos de 30 minutos, 7,4% lo hace en 30 minutos a 1 hora, 4,4% en 1 a 2 horas, 2,6% entre 2 y 4 horas, 0,6% entre 4 y 6 horas, y 0,4% de la población se demora en llegar al establecimiento de salud más de 6 horas. Ello estaría indicando que hay sectores poblacionales que tienen fácil accesibilidad temporal y otros tienen muchas dificultades para llegar a los establecimientos de salud.
2. DE ACCESIBILIDAD GEOGRAFICA
El Cuadro Nº 27, muestra los resultados de accesibilidad geográfica a los establecimientos de salud medido vía el medio de transporte empleado, estos resultados nos indican que en el área rural como en el área urbana la población acudieron a los establecimientos de salud lo hace a pie, el 60,5% de la población rural y 47,8% de la población urbana; el transporte público también es importante en ambas áreas, 22,0% del área rural lo hace por este medio y el 29,8% de la población urbana. Visto este tipo de accesibilidad por región natural, en todas las regiones el medio mayoritario es a pie y el transporte público, en la Sierra, la población que acudió a los establecimientos de salud lo hizo a pie el 61,3%, en el Resto Costa 49,7%, Selva 49,3% y Lima Metropolitana 44,4%. El transporte público también es muy utilizado, resalta en Lima Metropolitana la población que acudieron a los establecimientos de salud lo hace vía transporte público en 38,4%.
Por nivel de urbanización encontramos también que la población acudieron principalmente a pie a los establecimientos de salud, la población de los Centros poblados de 500 a 2000 es donde es mayor el porcentaje de población que acudió a los establecimientos de salud a pie (el 68,9% del total de estos Centros Poblados) en las Ciudades Capitales, el porcentaje de participación es menor, el 44,5% del total de esta población que habita en estas ciudades acudieron a pie a los establecimientos de salud. El otro medio más utilizado es el transporte público, el mayor porcentaje se observa en las Ciudades Capitales donde el 32,9% acudió a los establecimientos de salud utilizando el transporte público, es importante también la utilización de taxis en las Ciudades Capitales, pues el 8,0 % de la población que acudió a los establecimientos de salud lo hizo por este medio.
La población de menor ingreso en el país que acudió a los establecimientos de salud en un 68,2% lo hizo a pie, un 13,7% lo realizó por transporte público y el 1,2% en taxi, aquí resaltamos también que en este estrato poblacional el 9,0% se atiende en su domicilio; la población de mayores ingresos acudió a los establecimientos de salud a pie en un 35,9% de esta población, 34,3% lo hizo en transporte público, 10,0% en taxi y 7,9% en vehículo propio, en su domicilio se atendieron el 3,8%..
La población con 2 o más NBI llegó a los establecimientos de salud a pie en un 60,1%, 21,0% lo hizo utilizando transporte público y 1,8% en taxi, 3,2% en mototaxi y el 7,2% se atendió en su domicilio; la población sin NBIs llegó a pie a los establecimientos de salud en un 46,6%, el 31,1% en transporte público y 7,1% en taxi.
Por sexo, la accesibilidad por medio de transporte está en función a totales generales de la población, es decir el sexo no tiene relación con el medio de transporte en que se trasladan hacia los establecimientos de salud.
Cuando la llegada al establecimiento de salud es a pie, en la población de 5 a 14 años el porcentaje es de 58,2% del total de población en ese rango de edad que acudieron a los servicios de salud , el 33,1% de la población de 65 años a más también acudieron a pie a los establecimientos de salud, el 40,7% de la población mayor de 65 años llega a los establecimientos de salud mediante el transporte público y el 10,7% acudieron en taxi. En el Cuadro Nº 28, encontramos que del total de la población que llega a pie a un establecimiento de salud, en un 35% es del área rural, mientras el 65% es población urbana; del total de la población que acudieron a los establecimientos de salud vía transporte urbano, el 23,9% es población rural y el 76,1% es población urbana; el 5,8% que acudieron a los establecimientos de salud utilizando taxis es del área rural, el resto, 94,2%, es población urbana.
Por región natural, del total de la población que acudieron a los establecimientos de salud a pie, el 37,3% es de la Sierra, 26,8% de Lima Metropolitana, 24,1% del Resto Costa y 11,8% de la Selva; del total de la población que acudieron a los servicios de salud, el 43,5% es de Lima Metropolitana y el 7,0% es de la Selva.
El 45,9% de la población que acudió a pie a los establecimientos de salud vive en las Ciudades Capitales, el 20,4% es del área rural, 14,5% de los Centros Poblados de 500 a 2000 habitantes. El 63,8% que fue a los establecimientos de salud vía transporte público vive en las Ciudades Capitales y el 16,0% vivía en el Area Rural. El 81,9% de la población que llegó en taxi a los establecimientos de salud vivía en las Ciudades Capitales.
De la, población que acudió a pie a los establecimientos de salud visto por sus ingresos, encontramos que el menor porcentaje de participación lo tiene la población del quintil mayor, pues participa con el 16,7% del total de esta población que llegó a pie, le sigue la población de más bajos ingreso con 18,8%. De los que llegan en transporte público los de mayores ingresos participan con el 30,0% del total de esta población, disminuyendo el porcentaje conforme baja el nivel de ingresos, así el de mas bajo ingreso participó con apenas el 7,1% del total de esta población que llegó en transporte público.
Según las NBI, la accesibilidad a pie en términos de participación es mayor cuando la población no tiene NBIs (54,0%), bajó cuando sólo tiene una NBI a 30,4% y es mucho menor cuando la población tenía 2 o más NBI : 15,6% del total de la población que arriba a pie; cuando la accesibilidad es por transporte público y por taxi, las cifras se hacen regresivas.
El tipo de transporte utilizado por sexo está más en función a la estructura de participación de los hombres y mujeres en el acceso, sólo se destaca un cambio en el acceso vía bicicleta en el que el porcentaje de participación del hombre aumenta a 75,3% frente a un 24,7%.
La participación de la población por grandes grupos de edad en la accesibilidad por tipo de transporte utilizado, indiferentemente del tipo de transporte utilizado, está influenciada por la estructura de edad de la población que accede a los servicios de salud en el Perú. El Cuadro Nº 29, confirma a través de los porcentajes expresados como parte del total de la población que acudió a los establecimientos de salud utilizando diversas vía, que el 51,6% de la población llega a los establecimientos de salud a pie, el 27,5% arriba en transporte público, el 5,2% en taxi, el 0,7% en bicicleta 5,0% en mototaxi, 2,6% en vehículo propio y que se atienden en su domicilio el 4,7%. Asimismo que la población que mayoritariamente accede a los servicios de salud es aquella que llega a pie y es urbana (33,6%), el 20,9% lo hace en transporte público y es urbana, el 18,1% que acudieron a los establecimientos de salud lo hace a pie y es del área rural.
Del total de la población que accedió a los servicios de salud en el Perú, visto por región natural, encontramos que el 19,3% llega a pie y es de la Sierra, el 13,8% también llega a pie y es de Lima Metropolitana, el 12,5% llega a pie y es del Resto Costa, el 12,0% llega en transporte público y ello ocurre en Lima Metropolitana.
Del total de la población que accede a los servicios de salud visto por el lado de nivel de urbanización, encontramos que el 23,7% llega a pie y es de las Ciudades Capitales, el 10,6% también llega a pie y es del Area Rural, el 17,5% llegó en transporte público y vive en las Ciudades Capitales.
El 11,6% de la población que accedió a los servicios de salud llegó a pie y pertenecía al segundo quintil, el 11,1% llegó a pie y tenía un ingreso intermedio, cuando vemos el transporte público utilizado para llegar a los establecimientos de salud, encontramos una relación directa con los quintiles de ingreso, a mayor quintil mayor uso del transporte público para llegar a los establecimientos de salud, lo mismo ocurre con el taxi.
Cuando vemos la vía de acceso utilizado según NBIs, encontramos en el caso de la llegada a pie una relación inversa, cuando no se tenga NBI, más será mayor es el acceso a los servicios de salud a pie, y cuando se tiene 2 o más NBI, es menor el uso del transporte público, lo mismo ocurre con el transporte público, el 27,9% de la población que accedió a los servicios de salud llegó a pie y no tiene ningún NBI. 4.3.2.4 RAZONES DEL NO ACCESO A LOS SERVICIOS DE SALUD. Analizamos en el Cuadro Nº 30, del total de pobladores que respondieron sus razones por las que no accedieron a los servicios de salud, encontramos que en el II trimestre de 1998, la población que no accedió a los servicios de salud manifestó en un 44,2% que prefiere los métodos caseros, el 22,3% manifestó no tener dinero para acudir a los establecimientos de salud y el 20,0% señaló que no fue necesario acudir a un servicio de salud.
Perú: Razones para las cuales la población no accedió a los Servicios de Salud
La población que reportó enfermedad o accidente en el país en el segundo trimestre de 1998, además de haber visto las características de su composición en el acceso y no acceso, también fue consultada por las razones por las que no accedió a los servicios de salud, al hacer un examen de las respuestas tenemos los siguientes resultados, el Cuadro Nº 31 muestra una parte de ellos, el 52,3% de la población que manifestó como razón de no acceso a los servicios de salud la ausencia de consulta y medicinas, era del área rural, mientras que el 47,7% era del área urbana; el 82,9% de los manifestaron que había falta de atención eran del área rural, 17,1% eran de la urbe; el 53,7% de la población que manifestó como razón de no acceso la falta de dinero para acceder a los establecimientos de salud pertenecía al área rural, 46,3% era del área urbana, El 91,1% de la población que manifestó como razón de no acceder a los servicios de salud la no existencia de servicios de salud era del área rural, el 8,9% era población urbana; asimismo la población rural es mayor en las razones de la no existencia de personal calificado (86,4%), prefiere los métodos caseros (64,0%) y prefiere los curanderos (95,3); mientras que la población urbana es mayoritaria en las razones esgrimidas: no le tratan bien (57,9%), no fue necesario (73,1%), no confía en la medicina (53,0%).
Por región natural y razones de la población para el no acceso a los servicios de salud, encontramos los más resaltante, el 43% de los indicaron que no había medicina, el 59,4% de los manifestaron que falto atención, el 48,6 % de la población que respondió que no tenía dinero, el 70,0% de los que manifestaron que no existía servicios de salud, el 79,3% de los indicaron que no les tratan bien, el 70,4% de los que manifestaron que no había personal calificado, el 56,3% de los no confían en la medicina, el 57,8% de los que prefirieron los métodos caseros y el 90,5% de los que prefirieron a los curanderos eran pobladores de la Sierra.
En el Resto Costa y en la Selva la población manifestó razones importantes para no acceder a los servicios de salud, el 31,2% de los que manifestaron que no había consulta o medicina, el 24,6% de los que tuvieron dinero, el 23,1% de los piensan que no fue necesario eran pobladores del Resto Costa, mientras que el 17,7% que manifestó no haber consulta o medicinas, el 30,5% de los que indicaron que faltaba atención, el 22,5% de los que manifestaron que no existían servicios de salud, el 24,0% de los señalaron que no había personal calificado eran pobladores de la Selva.
Entre las razones más resaltantes que indicaron en Lima Metropolitana, están el no tener dinero (15,5 del total de la población que manifestó esta razón), el pensar que no fue necesario (30,6% del total de los que indicaron esta razón), el no confiar en la medicina (el 29,2% de los que señalaron esta razón), y el preferir los métodos caseros (15,0% del total de esta población que indicó esta razón).
A nivel de urbanización, encontramos que el 24,5% de los que indican que no hay consulta o no hay medicina, el 69,8% de los que señalaron que falta atención, el 40,9% de los no tuvieron dinero, el 87,9% de los manifestaron que no existían servicios de salud, el 29,6% de los que manifestaron que no les tratan bien, el 69,1% de los que indicaron que no había personal calificado, el 19,8% de los pensaron que no fue necesario, el 36,4% de los que no confían en la medicina, el 50,4% de los que prefirieron los métodos caseros y el 52,8 de los prefirieron a los curanderos, son pobladores que pertenecían al área rural.
Mientras que el 20,8% de los que indicaron que no hay consulta o no hay medicinas, el 15,6% de los señalaron que faltó atención, el 32,8% de los que no tuvieron dinero, el 33,2% de los que señalaron que no les tratan bien, el 52,4% de los que indicaron que fue necesario, el 39,5% de los que no confiaban en la medicina, el 25,8% de los prefirieron los métodos caseros y el 63% de los que manifestaron otras razones son pobladores de las Ciudades Capitales.
El 27,8% de los que dijeron que no había consulta o no había medicinas, el 13,1% de los que indicaron falta de atención, el 12,8% de los que no tuvieron dinero, el 12,5% de los que nos les trata bien, el 17,3% de los que señalan que no hay personal calificado, el 10,6 de los no confían en la medicina, el13,6% de los que prefirieron los métodos caseros y el 42,6% de los que prefirieron a los curanderos son población que pertenece a los Centros Poblados de 500 a 2000 habitantes. En términos de sexo y visto desde el lado de las razones por los que la población señala su no asistencia a los servicios de salud, en general los porcentajes dentro del total de cada razón varían muy poco de la media (50,0%), pero es resaltar que del total de población que indicó como razón que no tenía dinero, el 59,8% era mujer, del total de los pobladores que indicaron que no había personal calificado, el 62,3% eran mujeres, el 54,3% de los prefieren los métodos caseros y el 93,8% de los que prefieren a los curanderos eran mujeres.
En términos de edad, las razones de no acceso se concentran en mayor porcentaje por cada razón en la población de 15 a 49 años.
La población que no accedió a los servicios de salud en el Perú, indicó razones que al examinarse por las características educativas de la población, y mostradas en el Cuadro Nº 32, encontramos que el 45,2% de los indicaron que no había consulta o medicina, el 31,1% de los manifestaron que falto atención, el 53,1% de la población que respondió que no tenía dinero, el 54,7% de los que manifestaron que no existía servicios de salud, el 62,1% de los indicaron que no les tratan bien, el 62,2% de los que manifestaron que no había personal calificado, el 33,6% de los señalaron que no fue necesario, el 33,1% de los que no confían en la medicina, el 47,3% de los que prefirieron los métodos caseros y el 69,0% de los que prefirieron a los curanderos era población que tenía nivel educativo de primaria. Participación importante en estas razones de no acceso también tiene la población sin nivel educativo y la población con nivel secundario, notándose la baja participación en cada una de las razones de la población con mayor nivel educativo.
Visto desde la población según las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y su relación de razones de no acceso, encontramos que el 44,7% de los señalaron que no había consulta o medicina, el 54,6% de los manifestaron que nos le tratan bien, el 62,3% de los indicaron que no fue necesario, el 55,1% de los no confían en las medicinas, el 46,6% de los que prefieren a los curanderos y esgrimieron otra razón fueron pobladores que no tenían ninguna NBI.
Por el lado del ingreso, encontramos que el 43,3% de los señalaron falta de atención, 35,2% de los que no tuvieron dinero, el 61,5 de los que manifestaron falta de servicios de salud, el 32,6% de los que prefieren los métodos caseros eran pobladores de menor ingreso, es decir pertenecían al primer quintil de ingreso.
Por el lado del ingreso encontramos también que las razones que indican: que no tuvieron dinero, no existencia de servicios de salud y preferencia de métodos caseros estuvieron en relación inversa con los quintiles de ingreso, es decir a menor ingreso mayor participación de la población con estas razones, y a mayor ingreso menor participación de la población en estas razones.
Por último, la población ocupada es la que en su mayoría abrumadora indica razones para su no acceso. 4.3.2.5 CARACTERISTICAS DE LA POBLACION QUE NO ACCEDIO A LOS SERVICIOS DE SALUD, PERO CONTÓ CON ATENCION NO INSTITUCIONAL O NO BUSCO ATENCION En el segundo trimestre de 1998, 3,545,351 (26,7% de la población que reportó enfermedad o accidente) no acudió a la oferta institucional de los servicios de salud en el Perú, pero se autorecetó, repitió la receta anterior o acudió a la farmacia o botica.
Vamos ha examinar ahora, las características de esta población y de aquella que acudió al curandero o comadrona o que simplemente no buscó atención.
El Cuadro Nº 33, muestra que de la población que acudieron a la farmacia o botica, el 35,0% es población rural y el 65% es población urbana, la autoreceta es más frecuente en el área urbana (58,2% del total de los que se autorecetan) frente a los 41,8% de la población rural. En cambio el 52,4% del total de la población que acudieron al huesero o comadrona es población rural frente a 47,6% del área urbana; en cambio quienes mayoritariamente no buscan atención institucional o no institucional son los área urbana 67,4% frente al 32,6% del área rural.
Quienes más frecuentemente van ha atenderse y consultar en la farmacia o botica fue la población de Lima Metropolitana (30,4% del total que acudieron a la farmacia o botica), seguido por la población del Resto Costa (29,8%), de la Sierra (29,4%) y la Selva (10,4%). Se autorecetan más en la Sierra (39,5% del total que se autoreceta), seguido de la población de Lima Metropolitana (18,2%); quienes más acudieron al huesero o comadrona fueron los pobladores del Resto Costa y en la Sierra, participando con el 38,1% y 37,4% del total de esta población respectivamente. En el Resto Costa también hay mayor población que no buscó atención 46,2% del total de la población que tuvo este comportamiento.
Es en las Ciudades Capitales donde la población más acudieron a las farmacias o boticas, se autorecetan acudieron al huesero o comadrona y no buscan atención, participando en cada una de esta clasificación respecto del total de cada una con 52,3%, 42,3%,34,6% y 46,2% respectivamente.
La mujeres acudieron a las farmacias y boticas más que los hombres (representaron el 52,2% de esta población con este comportamiento), lo mismo sucede con la autoreceta, asimismo, son las mujeres las que más fueron de los que no buscan atención (53,1%); mientras los hombres fueron los que más acudieron al huesero o comadronas (52,9% del total de esta población).
En términos de edad, la población que fluctúa entre 15 y 49 años es la que más participa en estas características de comportamiento, seguido de la población de 5 a 14 años.
La población con educación primaria la que tiene un porcentaje de participación alrededor de los 40% en cada una de las características de comportamiento, y a partir de este nivel de educación se nota que cuando más el nivel de instrucción es menor el porcentaje de participación en estos comportamientos.
Respecto de la condición de pobreza a partir de las NBIs, encontramos que cuando es mayor el número de NBIs en la población menor es la participación en estos tipo de comportamientos analizados, resalta entonces que la población sin NBI, fue el 56,3% de los que acudieron a la farmacia o botica, el 50,0% de los que se autorecetan, el 52,2% de los que acudieron al huesero o comadrona y el 56,9 % de los que no buscan atención.
La población de menores ingresos es la que menos acudió a la farmacia o botica (16,5% del total de la población con este comportamiento), y la que menos buscó atención (15,0% del total de esta población), pero es la que más acudieron al huesero o comadrona (28,2% de esta población con este comportamiento). Por otra parte en los otros estratos poblacionales vistos por quintiles de ingreso el hecho que acudan a la farmacia o botica y se autorecetan es un comportamiento parejo (alrededor del 20% de la población por cada quintil).
Asimismo los ocupados son los que son mayoría en cada uno de los comportamientos analizados, así tenemos que fueron el 81,8% de los que acudieron alas farmacias o boticas, el 84,9% de los que se autorecetan, el 88,6% de los que acudieron al huesero o comadrona y el 83,9% de los que no buscaron atención.
4.3.2.6 CARACTERISTICAS DE LA POBLACION QUE ACCEDIO A LOS SERVICIOS DE SALUD POR INSTITUCION DE ATENCION
Vamos ahora examinar las características de la población que accedió a los servicios de salud, el Cuadro Nº 34 nos muestra ello, el 64,3% de la población que accedió a los servicios de salud del Ministerio de Salud (Minsa) en 1998 fue urbana, el 35,7% fue rural, los que accedieron al Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) de ese entonces, (ahora EsSalud) el 36,4% fue rural y el 63,6% fue urbana, los mismo porcentajes son los que corresponden al acceso del sector privado de servicios de salud, mientras en los establecimientos de las Fuerzas Armadas y Policiales, quienes más acudieron fueron los pobladores de la urbe con 70,3% del total de la población que accedió a estos establecimientos, frente a un 29,7% de la población rural.
Por región natural, quienes más accedieron al Minsa fueron los pobladores de la Sierra con 36,1% del total de los accedieron a estos establecimientos, seguido por los de Lima Metropolitana con 30,2%, Resto Costa 20,1% y la Selva con 13,7%. Al Seguro Social también accedieron mayoritariamente los de la Sierra, 36,8%, seguidos por los de Lima Metropolitana (27,0%), en el sector privado estos porcentajes y en estas regiones naturales se repiten, mientras que en el sector de las Fuerzas Armadas y Policiales, el mayor acceso lo tuvo la población de Lima Metropolitana (45,3%).
Examinados los resultados por nivel de urbanización , los que accedieron al Minsa, el 49,0% eran pobladores de las Ciudades Capitales, 26,6% del Area Rural; al IPSS accedieron el 45,3% de las Ciudades Capitales, 27,2% del Area Rural, y el 11,6% de los Centros Poblados de más de 2000 habitantes; a las Fuerzas Armadas y Policiales accedieron el 58,6% provenientes de las Ciudades Capitales y el 23,4% del Area Rural.
Los que accedieron al Minsa fueron más mujeres que hombres (51,5% y 48,5% respectivamente), al Seguro Social accedieron igualmente mayor porcentaje de mujeres (54,4%) que hombres (45,6%). En los establecimientos de la Fuerzas Armadas y Policiales, el porcentaje de mujeres que accedieron fue mayor, 58,8%, y hombres 41,2%.
Visto el acceso a los establecimientos de salud del Minsa, Ipss, sector privado y Fuerzas Armadas y Policiales relacionadas con los grandes grupos de edad, encontramos que la estructura porcentual de participación viene liderada por la población de 15 a 49 años de edad, participando en el Minsa y en el IPSS respectivamente con 45,8% y 44,5% del total para cada institución, en las Fuerzas Armadas y Policiales el porcentaje subió hasta el 52,8% del total de población que accedió a estos establecimientos.
Del total de personas que accedieron a establecimientos del Ministerio de Salud, el 42,2% tuvo un nivel educativo de primaria, el 35,2% secundaria, 6,9% superior no universitaria, el 9,0% superior universitario y el 6,6% no tenía nivel educativo; en el Seguro Social, el 38,6% tenía educación primaria, 28,9% secundaria, 18,7% sin nivel o educación inicial, 7,4% superior universitaria; en los establecimientos de salud de las Fuerzas Armadas y Policiales, quienes accedieron a los servicios de salud tenían el 31,4% educación secundaria, el 28,6% educación primaria, el 17,0% sin educación o educación inicial, el 14,6% superior universitaria.
Visto el acceso por institución y niveles de pobreza según NBI, encontramos que al Minsa accedió más la población que no tenía NBI (54,5%), seguido por la población con 1 NBI (29,3%) y finalmente la población en condición de extrema pobreza - con 2 ó más NBIs - (16,2%), en el Seguro Social se dan también similares porcentajes, accedieron el 54,9% sin NBI, 27,9% con 1 NBI y 17,4% con 2 ó más NBIs; las diferencias se agudizan en el Sector Privado, accedieron a este sector el 62,9% de los que no tienen NBI, el 25,3% de los que tienen un NBI y el 11,8% de los que tiene 2 ó más NBIs; en los establecimientos de las Fuerzas Armadas y Policiales los porcentajes del Seguro Social se repiten.
Los resultado de acceso institucional e ingreso no indica que al Minsa accedieron de todos los quintiles, casi en forma proporcional, sólo con leves diferencias entre el primer y último quintil, los de menor ingreso fueron el 18,3% mientras los del mayor ingreso fueron el 19,3%, los del segundo y cuarto quintil accedieron en un porcentaje similar 20,9%. El acceso al Seguro Social es parejo, sólo que la población de mayores ingresos tiene un ligero margen de mayor participación con 21,8%, en el Sector Privado, quienes más accedieron fueron los del último quintil, de mayores ingresos, 30,4% del total de los que acudieron al Sector Privado, seguidos por el 22,8% del segundo quintil, siendo los que menos accedieron los del primer quintil con 9,8%.
Por condición de ocupación, los ocupados son los que más acceden a los establecimientos de salud en todos los subsectores, con un porcentaje similar y que se encontró alrededor del 85,0%. Los inactivos tiene una participación mayor del 12,0% en también todos los subsectores.
En lo que corresponde al tipo de establecimientos del Minsa (Uro Comunal, Puesto o Centro de Salud y Hospital), Cuadro Nº 35, y las características de la población que accedió a estos establecimientos, encontramos que en general la población urbana es la que más utiliza estos establecimientos, 66,6% Uro Comunal, 64,8% Puesto o Centro de Salud, 63,1% Hospital Minsa.
Por región natural respecto del acceso a los establecimientos del Minsa tenemos que en el resto Costa (30,6%) y en la Selva (29,5%) se utilizó más el Uro Comunal, en la Sierra (33,8%)y en Lima Metropolitana (30,9%) se accedió más a los Puestos y Centros de Salud, lo mismo ocurre en cuanto a participación en el acceso a los servicios de los Hospitales del Minsa, los pobladores de la Sierra accedieron el 42,7% y en Lima Metropolitana accedieron el 28,7%.
Los de las Ciudades Capitales u del Area Rural son los que más accedieron a los Uros Comunales, respectivamente 46,2% y 26,5% del total de la población que accedió a estos servicios; igualmente los de las Ciudades Capitales (48,9%) y del Area Rural (26,5%) accedieron a los Puestos y Centros de Salud del Minsa, similares porcentajes de participación se reiteran en los Hospitales del Minsa.
Son los hombres los que más acuden a los Uros Comunales (64,3%) y las mujeres las que más acuden a los Puestos y Centros de Salud del Minsa 52,1%, el acceso a los hospitales por los hombres y mujeres es similar.
Por nivel educativo quienes más acceden al Uro Comunal son los que tiene nivel primario (37,4%), seguido por los de secundaria (27,7%) y sin nivel o educación inicial (19,8%); en el acceso a los Puestos y Centros de Salud el orden y los porcentajes son similares, así participan primeros los que tiene nivel primario (39,1%), seguido por los de secundaria (30,7%) y sin nivel o educación inicial (19,1%). Lo mismo ocurre en el acceso a los hospitales, es decir es liderado por los de nivel primario (39,6%), secundaria (29,0%) y sin nivel o educación inicial (19,2%).
Por el lado de la pobreza según NBI, acudieron más a los Uro Comunal los pobladores en condición de pobreza - con 1 NBI - (42,3%), le siguen los pobladores sin NBI 31,8% y finalmente los de extrema pobreza - con 2 ó más NBI - 25,9%; a los Puestos y Centros de salud del Minsa, accedieron más lo no pobres seguido por los pobre y finalmente los pobres extremos, su participación respectiva fue de 54,7%, 28,7%, 16,6%. La misma relación inversa se repitió en el acceso a los Hospitales, siendo más regresiva.
En términos de ingreso, quienes menos accedieron al Uro Comunal fueron los del primer quintil de ingreso 13,4% del total de los que accedieron a estos servicios de salud y los de mayor ingreso (14,5%). Quienes también en menor proporción acceden a los Puestos y Centros de Salud son los de menor y mayor ingreso, respectivamente 17,9% y 19,4% del total de población que accedió a estos establecimientos de salud. Igualmente sucede con los hospitales, es decir los que menos acceden son los del primer y quinto quintil de ingreso.
Los ocupados son los que más acceden a todos los tipos de establecimientos del Minsa, superando el 85,0% en cada tipo de establecimiento o servicio.
El Cuadro Nº 36 muestra los resultados del acceso al Seguro Social en el segundo trimestre de 1998, al Seguro IPSS (hospital) de los que accedieron: según área de residencia el 61,3% era población urbana, según región natural el 40,5% eran de la Sierra, según nivel de urbanización el 48,1% perteneció a las Ciudades Capitales, según sexo el 52,9% eran mujeres, según grandes grupos de edad el 43,2% era población cuya edad estaba entre 15 y 49 años, según nivel educativo el 39,8% tenía estudios primarios, según pobreza por NBI el 55,3% no tenía ninguna NBI, según ingreso el 22,8% era de ingreso intermedio, y según condición de ocupación el 82,9% estuvo ocupado.
De los que accedieron al PAD IPSS (que actualmente ya no existe) el mayor porcentaje de participación sobre el total de la población por cada agrupación de análisis los tuvieron: según área de residencia la población urbana participó con el 73,2%, según región natural la Sierra con el 40,9%, según nivel de urbanización las Ciudades Capitales con 61,0%, según sexo eran mujeres el 61,5%, según grandes grupos de edad el 83,0% era población cuya edad estaba entre 15 y 49 años, según nivel educativo el 29,2% tenía secundaria, según pobreza por NBI el 72,7% no tenía ninguna NBI, según ingreso el 27,0% era del más alto ingreso, y según condición de ocupación el 95,3% estuvo ocupado.
En el acceso a los Policlínicos del IPSS, dentro del total de cada grupo de análisis la participación mayoritaria estuvo: en el área urbana 76,1% del total de la población por área de residencia, en Lima Metropolitana 48,3% del total por región natural, en las Ciudades Capitales 66,8% del total de la población por nivel de urbanización, las mujeres con el 52,7% del total de población según sexo, la población de 15 a 49 años 46,3% del total de la población según grupos de edad, la población con nivel secundario 35,7% del total de la población por nivel de educación, lo no pobres - que no tienen ninguna NBI - 61,9%, los de mayores ingresos (quinto quintil) 26,9% y los ocupados el 84,1% del total de población por condición de ocupación.
El Cuadro Nº 37 muestra los resultados de la estructura de participación porcentual de la población en el acceso a los servicios de salud privados, según lugar de atención y grupos de análisis, así en las Clínicas Privadas de la población según área de residencia el 59,1% fue población urbana, de las regiones naturales el 37,5% provino de Lima Metropolitana, según nivel de urbanización el 51,9% eran de Ciudades Capitales, según sexo el 50,4% era hombre, por edad el 43,5% estuvo entre los 15 y 49 años, según condición de pobreza el 54,5% pertenecía a la población que no tienen NBI, según ingresos el 24,2% pertenecía a la población de más altos ingresos, según condición de actividad el 85,4% era ocupado y según nivel educativo el 40,1% tenía estudios de primaria.
La población que accedió a los servicios de salud atendiéndose en un Médico Particular tenía las siguientes características en su participación dentro de la estructura porcentual de cada grupo de análisis, según área de residencia, el 66,8% era población urbana, según región natural el 38,0% vivía en Lima Metropolitana, según nivel de urbanización el 56,6% vivía en Ciudades Capitales; según sexo, las mujeres participaron con el 57,3% del total de la población según sexo, la población con edad entre los 15 y 49 participaron con el 46,4% del total de la población por grandes grupos de edad, la población sin NBI fue el 56,1% del total de la población por condición de pobreza según NBI, la población de mayor ingreso fue el 24,2% dentro del total de población agrupados según quintiles de ingreso, los ocupados fueron el 84,3% del total de la población según condición de actividad y la población con estudios de secundaria fue el 33,7% del total de la población según nivel educativo
Se atendieron en su domicilio y participaron dentro de la estructura de cada grupo de análisis como los de mayor aporte porcentual, era población urbana el 61,5% de la población agrupada según área de residencia, según región natural el 52,8% vivía enla Sierra, según nivel de urbanización el 32,4%% vivía en Ciudades Capitales; según sexo, las mujeres participaron con el 51,5% del total de la población según sexo, la población con edad entre los 15 y 49 participó con el 44,1% del total de la población por grandes grupos de edad, la población sin NBI fue el 57,1% del total de la población por condición de pobreza según NBI, la población de menor ingreso fue el 22,8 % dentro del total de población agrupados según quintiles de ingreso, los ocupados fueron el 83,2% del total de la población según condición de actividad y la población con estudios de primaria fue el 42,2% del total de la población según nivel educativo.
4.3.2.7 CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACION ATENDIDA POR TIPO DE PERSONAL QUE LOS ATENDIO Una de las formas para medir la calidad de atención recibida es que tipo de personal atiende a la persona enferma o accidentada, el Cuadro Nº 38 muestra los resultado de ello, a partir de conocer la estructural porcentual de participación de la población a partir de su acceso y atención por un determinado tipo de personal, así cuando fue el Profesional de la Salud quien atendió, encontramos que según área de residencia el 67,0% del total de atendidos por este personal fue del área urbana, en Lima Metropolitana vivía el 37,5% del total de la población que se atendió por profesionales de la salud, el 55,2% que se atendió por este personal vivía en las Ciudades Capitales, el 52,,8% tenía sexo femenino, el 22,2% tenía edad entre los 5 y 14 años, el 54,4% era la población que sin tener ninguna NBI se atendió con profesionales de la salud, el 21,8% tenía los ingresos más altos de la estructura de quintiles de ingreso, eran ocupados el 83,8% del total de la población que se atendió con profesionales de la salud y el 37,4% tenía estudios de primaria.
La población que fue atendida por Personal Técnico, era 54,6% del área urbana, 37,5% de Lima Metropolitana, 37,8% del Area Rural (según nivel de urbanización), 52,2% mujeres, 42,8% tenía una edad entre 15 y 49 años, 49,7 era no pobre según NBI, , 24,4% del primer quintil de ingreso, el 88,5% estuvo en condición de ocupado y el 43,1% tenía nivel educativo de primaria.
De total de la población que se atendió por personal no especializado el 63,6% era población urbana, 35,4% de la Sierra, el 47,9% vivía en las Ciudades Capitales, 51,1% era mujer, el 45,7% pertenecía a la población entre 15 y 49 años, el 55,6% no tenía NBI, el 21,6% era del cuarto quintil de ingreso, el 83,1% estuvo en condición de ocupado y el 39,9% tenía primaria.
Si examinamos los resultados de las características de la población atendida por Personal No Especializado, encontramos que del total de la población que accedió los servicios atendidos por personal no especializado, el 63,6% era población urbana, el 35,4% provino de la Sierra, el 47,9% vivía en Ciudades Capitales, el 51,1% era mujer, el 46,1% se encontraba en la edad comprendida entre 15 y 49 años, el 56,6% no tenía ninguna NBI, el 21,6% era del cuarto quintil de ingreso y el 83,1% era de condición ocupado.
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