2.2 LA POLÍTICA DE SALUD EN EL PERÚ Y EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE SALUD La mayoría de países del mundo tiene en la actualidad procesos denominados de reforma en salud, y es que en muchos de ellos se ha introducido conceptos nuevos para desarrollar capacidades en los agentes, consumidores, proveedores y gobiernos, para hacer un mejor uso de recursos y que se logren mayores beneficios en la salud de las personas. "En la Región de las Américas, la reforma sectorial en salud (RS) se ha planteado como un proceso orientado a introducir cambios sustantivos en diferentes instancias y funciones del sector con el propósito de aumentar la equidad de sus prestaciones, la eficiencia de su gestión y la efectividad de sus actuaciones y con ello lograr la satisfacción de las necesidades de salud de la población. Se trata de una fase intensificada de transformación de los sistemas de salud, realizada durante un período determinado de tiempo y a partir de coyunturas que la justifican y viabilizan10.
Los criterios rectores que son comunes a los procesos de reforma en salud son los siguientes: equidad, calidad, eficiencia, sostenibilidad y participación social. Lo cual nos permite observar la dirección que deberían ir teniendo estos procesos.
En el marco de reforma del sector salud en nuestro país, se ha venido desarrollando una serie de acciones que tienen por objetivo el establecimiento de una nueva organización en la prestación de servicios de salud. Así, se han creado dos formas de organizar los sistemas de salud, uno llamado salud colectiva, vista la salud como bien público y por tanto prioritaria en la atención del Estado en provisión y financiamiento, esta salud colectiva es la salud preventivo promocional y otra es la salud individual, donde existe corresponsabilidad entre el Estado y el individuo sobre la salud de las personas, ello ligado sobretodo a cubrir el financiamiento de los gastos que involucra las enfermedades en las personas, y que en términos del presente estudio significará para ciertos sectores poblacionales una barrera al acceso de los servicios de salud.
Asimismo, en el marco de la reforma, se han cambiado las normas y el marco regulador - la Ley General de Salud (1997), la Ley de modernización social en salud (1997) y la Ley de creación del Seguro Social de Salud (1998) - generando incentivos para promover los sistemas de previsión públicos y privados, con la intención de aprovechar los recursos en un marco de competencia que mejore la eficiencia en el uso de los recursos.
Producto de ello, ha sido la creación de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS), que competirán en la prestación de servicios de la capa simple con Essalud, y competirán en la captación de nuevos afiliados para el seguro independiente. Asimismo, son productos de esta concepción, el seguro escolar y la próxima puesta en marcha del seguro materno, ambos con financiamiento estatal; el seguro universitario (brindado ahora por Essalud) con financiamiento compartido entre los universitarios y el Estado, el seguro del pescador artesanal y el seguro independiente, ambos desarrollados con Essalud y que implican un autoseguro, es decir con financiamiento privado (de los hogares).
Esto estaría llevando a establecer que la población objetivo de estos seguros son los micro y medianos, trabajadores informales y formales (que emiten recibo por honorarios profesionales) y que tengan medianos y altos ingresos.
La reforma en salud en nuestro país, también despliega otras acciones que logren cubrir el enunciado y objetivo de acción de la equidad, así asigna recursos para hacer frente a la enfermedad en poblaciones de mayor riesgo y con menores ingresos o condiciones de vida precarias, para ello plantea dentro de la estrategia de salud colectiva el desarrollo de actividades de prevención, promoción, vigilancia y control de enfermedades más comunes que generalmente ocurren en las poblaciones de mayor riesgo, así por ejemplo se da el Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, donde se busca identificar a los afectados y suministrarle ayuda para su alimentación y tratamiento en forma gratuita; la malaria y la Bartonelosis también son tratadas principalmente con una parte del diagnóstico y tratamiento gratuito. Todo ello con un concepto que implica subsidios a la demanda, es decir destino de fondos hacia establecimientos de salud que atienden estos caso y en general destinan financiamiento focalizándolos hacia los sectores mas desprotegidos que rompa la barrera por ingresos y de modo que se logre un mayor acceso a los servicios de salud.
En nuestro concepto, tres son los motivos más importantes que impiden que la población se convierta en demanda: los ingresos, el nivel de educación y la cultura. La gran mayoría de peruanos que no acceden o que acceden y no pueden continuar con el tratamiento es debido a que no cuentan con el ingreso suficiente, otro grupo no accede porque sencillamente no percibe su salud como un bien y ello tiene relación con el nivel de educación y finalmente otro grupo no accede a los servicios por cuestiones culturales (tradiciones, costumbres, hábitos, vergüenza, etc.). Y estos aspectos es que se tratan de comprobar en el presente estudio.
A priori podemos manifestar también otra característica importante, la dispersión poblacional, pues existen 77,000 Centros Poblados con menos de 500 habitantes cada uno.
Así podemos manifestar que en términos de acceso y equidad podemos encontrar barreras también producto de la reforma, pues los incentivos a las reformas organizacionales, como la corresponsabilidad en el financiamiento, Programas de recuperación de costos, medidas de autoaseguramiento, vienen enfocadas hacia la población con mayores recursos, descuidando a grandes sectores poblacionales, dificultando aun más el proceso de lograr la equidad.
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