TENDENCIAS DE MIGRACION

     Como se ha señalado anteriormente, este componente demográfico es
el más difícil de estimar y proyectar. Se observa que hay  departamen-
tos  de  la Costa y de la Selva que se caracterizan por ser receptores
de la migración interna y otros de la Sierra y del Sur  de  la  Costa,
que   se  destacan  por  ser  más  bien  departamentos  expulsores  de
población.

     Durante el quinquenio  1995-2000,  los  departamentos  con  tasas
periódicas  netas  de migración negativas, es decir, los expulsores de
migrantes, serán Ica (-0.6), La Libertad (-1.2) y Piura (-6.9), en  la
Costa;  todos los de la Sierra con excepción de Arequipa (2.6); Loreto
(-1.8) y Amazonas (-5.8), en la Selva. Con valores menores, este mismo
comportamiento de la migración neta negativa se  presentará  hacia  el
quinquenio  2010-2015.  Por  el contrario, hacia dicho quinquenio, los
principales departamentos con  tasas  periódicas  netas  de  migración
positivas, mayores al 7 por mil, serán Tacna (10.4),  Callao  (8.7)  y
Tumbes  (7.4)  en  la  Costa, y San Martín (9.9) y Ucayali (7.5) en la
Selva. Gráfico Nº 5.5.

     La  migración  interna  reciente  a nivel nacional, en el período
1988-1993, comprometía a 1,502 miles de habitantes, de los cuales  los
departamentos  de  Lima  y  Callo  fueron  receptores  del  40.0%.  La
inmigración  de Lima disminuye en términos relativos, pero mantiene su
primacía en cifras absolutas. En términos de tasas netas de  migración
reciente,  en conjunto, los departamentos de Lima y Callao registraron
15.1 en 1972 y 11.8 en 1993. Y, en términos de tasas periódicas  netas
de migración reciente, se espera que Lima pase de  4.2  a  3.2,  y  el
Callao  transite  de  11.0  a  8.7,  entre los quinquenios 1995-2000 y
2010-2015.

     De otro lado, como fuera mencionado  anteriormente,  el  criterio
general  ha  sido  proyectar  estos  movimientos  migratorios cada vez
menores, aún cuando sabemos que en algunos casos tales movimientos han
ido en aumento. Asimismo, se asume que los cambios de residencia de la 
población  no cambiará bruscamente, dado que  sabemos que  las  condi-
ciones  de   estabilidad   están  mejorando  en  nuestro  país.  Estas
consideraciones permiten esperar que las tasas  de  inmigración  y  de
emigración  tenderán a reducirse. Es importante señalar que si bien se
señalan las hipótesis de migración para el futuro, se asume que  éstas
tienen cierta confiabilidad sólo en el corto plazo; siendo muy difícil
esperar que dicho supuesto se cumpla en el largo plazo.