EL NIVEL DE EDUCACION DE LAS MUJERES Y LA FECUNDIDAD 

     En  los  diferentes estudios sobre los fenómenos sociales,  en que se 
examina  la  relación  entre  variables  explicativas  y dependientes,  se 
encuentra la variable educación  como  la "mejor predictora",  en especial 
para  explicar  los  niveles  de  fecundidad y mortalidad  infantil en los 
diversos contextos socio-económicos.  Así,  se dice  que  "La educación de 
los padres,  en especial de la madre,  influye en la elección de la pareja 
para casarse;  puede afectar las preferencias de los padres por los hijos.  
Ciertamente  ejerce  una  influencia en  los  ingresos de  las mujeres que 
ingresan a la fuerza laboral, y  evidentemente afecta la productividad  de 
la madre en la labor que realiza  en  el hogar,  incluso la crianza de sus
hijos.  Probablemente  influye en la incidencia de la mortalidad infantil, 
y es indiscutible que modifica la capacidad de los padres  para  controlar  
el  número  de nacimientos" (Theodore W. Schultz, 1979). 

     Observando los gráficos 11 y 12 podemos afirmar que cada nivel  o año 
sucesivo  de  educación  lleva  consigo  una disminución progresiva  de la  
fecundidad. La fecundidad medida a través de la tasa global de fecundidad, 
que es el promedio de hijos por mujer al final de su período reproductivo,  
nos muestra  la  relación inversa con la educación,  tanto en términos  de 
niveles de educación  (primaria,  secundaria,  etc.), como medidos por los  
años de estudio aprobados. Destaca a la vista,  la diferencia  de 4  hijos 
menos en las mujeres que tienen  educación  superior  en  relación  a  las 
mujeres sin ningún nivel de educación,  pues,  a mayor nivel de  educación 
menor número de hijos por mujer.

     Del mismo modo,  las tasas especificas  de fecundidad para cada nivel 
o año de  estudios aprobado  (gráficos 12,13 y 14),  muestran  patrones de 
fecundidad acordes a cada nivel de educación,  donde las mujeres con bajos  
niveles de  educación inician su reproducción a edades tempranas,  de ello 
que las curvas  describan cúspides anchas  y dilatadas,  mientras tanto en 
las mujeres que tienen niveles de educación secundaria o 12 años  y más de 
educación las  tasas especificas  son mucho  más bajas,  donde  el  máximo 
valor se concentra en el grupo de 25 a 34 años de edad,  con  una  cúspide 
más tardía.  Cada gráfico presenta la evidencia clara, que a un bajo nivel 
de educación corresponde una alta fecundidad.

     Por otra parte,  no basta sólo con algún año de primaria o secundaria 
para  ver la relación inversa,  entre un  mayor  nivel  de  educación y el 
promedio de hijos por mujer, como se observa en los gráficos 11 y 12,  las  
mujeres que estudiaron  sólo hasta  el tercer año de primaria,  tienen  el  
mismo número de hijos que las que no tienen ningún nivel;  del mismo modo, 
las que  tienen  algún  año de secundaria  (7 a 8 años),  tienen el  mismo  
promedio  de hijos que las que  estudiaron sólo hasta la primaria completa  
(6 años),  pero las mujeres que estudiaron durante  11 años o  concluyeron 
su secundaria,  ellas sí tienen una diferencia  de hasta 3 hijos menos que 
las  que  no  tienen estudios,  y  1.6  hijos  menos  que  las  que tienen 
primaria completa.  Llegado al  nivel superior,  pareciera  que  ya no  se
encuentra mayores  diferenciales  sea con superior completa o incompleta o 
superior no universitaria. 
     
     De lo anterior es posible concluir que,  para efectos de una efectiva 
planificación del número de hijos por familia,  es necesario que el  nivel  
de educación en especial de las mujeres,  llegue o supere los  10 años  de 
estuio,  bajo el supuesto de que no intervienen otras variables más,  como 
el lugar de residencia,  la  situación  laboral y  la presencia de  sendos 
programas de planificación familiar.      
     también es importante destacar  la influencia del lugar de residencia 
y la  educación,  en los hechos de fecundidad.  En un Análisis comparativo  
de los  niveles de fecundidad  entre las regiones  geográficas,  según los 
años  de   estudio  aprobados   por  las  mujeres,   encontramos  marcadas  
diferencias,  donde,  mujeres con los  mismos años de educación  presentan  
niveles más altos de fecundidad,  por el hecho  de residir  en la Sierra o 
Selva.  Como  se observa en el cuadro 12,  en la  Selva y  Sierra en  cada
grupo de mujeres  con determinados años de estudios,  la fecundidad es más 
alta en comparación  con el  Resto de la Costa  y más especificamente  con 
Lima Metropolitana,  donde las mujeres sin ningún nivel de estudios tienen 
en promedio  2 hijos menos que  las mujeres de la selva  (6.1 hijos),  que 
tienen la misma  condición de educación.  De hecho que,  a  menor nivel de 
educación  existen mayores diferencias en los niveles de fecundidad  entre  
las  regiones,  para ir  acort ndose  según  se  incremente  los  años  de 
educación aprobados,  como es el caso de las mujeres que tienen 15 años de 
estudios aprobados, cuyo promedio de hijos en la selva es de 1.8, mientras 
tanto en Lima Metropolitana es de 1.3 (cuadro 12).


                             CUADRO N° 12

          PERU: TASA GLOBAL DE FECUNDIDAD POR REGIONES GEOGRAFICAS,
              SEGUN AÑOS DE ESTUDIOS APROBADOS POR LAS MUJERES
                       DE 15 A 49 AÑOS DE EDAD: 1993

+--------------------+-----------------------------------------------------+      
|  AÑOS DE ESTUDIOS  |                     REGIONES                        |
|                    +-------+----------+----------+----------+------------+
|     APROBADOS      | PAIS  |   LIMA   |   RESTO  |  SIERRA  |   SELVA    |
|                    |       |  METROP. |   COSTA  |          |            |
+--------------------+-------+----------+----------+----------+------------+  
                                                                            
 0 AÑOS                 5.76      3.74       5.07       6.05       6.09     
 DE 1 A 3 AÑOS          5.83      4.35       5.22       6.29       6.57     
 DE 4 A 6 AÑOS          4.40      3.41       3.95       4.91       5.29     
 DE 7 A 8 AÑOS          4.22      3.68       4.06       4.82       4.82     
 DE 9 A 11 AÑOS         2.83      2.54       2.85       3.31       3.21     
 DE 12 A 14 AÑOS        1.84      1.72       1.79       2.13       2.24     
 DE 15 A 16 AÑOS        1.40      1.30       1.51       1.54       1.78     
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     Evidentemente, lo anterior nos conduce al planteamiento de diferentes  
interrogantes  como,   cu les   son   los   demás   mecanismos  que  Están 
interviniendo  en esta marcada diferenciación,  si la población  tiene los 
mismos  niveles de educación.  Una respuesta parcial,  sería decir  que se 
debe a las  diferencias en la calidad  de la educación  que se complementa 
con  el escaso  acceso  a  los servicios  de planificación familiar  en la 
Sierra y Selva, ya que según la ENDES II,  el 88.5 y 80.6 % de las mujeres 
de estas dos regiones respectivamente, en estado de unión, no deseaban más 
de 3 hijos,  pero aun así llegan a tener más de 5 hijos.  Según esta misma 
fuente,  el hecho de no desear más de 3 hijos no se da sólo en las mujeres 
con más  años  de  educación  (secundaria-superior),  sino  también en las 
mujeres sin ningún nivel de educación,  quienes manifestaron en un 83 % no 
desear más hijos,  casi próximo  a las  que tenían superior que en un 86 % 
no  deseaban  más  de  3  hijos.  Los hechos  antes  mencionados  más  las 
condiciones  socioeconómicas  geográficas  y  socio-culturales  propias de 
estas áreas,  como también la  escasa  presencia  de los medios masivos de 
comunicación  de masas,  el deficiente apoyo del sector salud a través  de  
los centros  de  salud  y  postas  m‚dicas,  conjugados  con  determinadas 
costumbres,  normas y valores contribuyen a una fecundidad más alta.