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EVOLUCION DE LA FECUNDIDAD EN EL PERU: NIVELES Y TENDENCIAS 1,961 - 1993
Casi hasta las postrimerias de la década del 80, en la mayoría de la
población peruana, las uniones consensuales se efectuaban, a edades más
tempranas, especialmente en el área rural, lo que a su vez generaba toda
una secuela de problemas relacionados al proceso de riesgos de embarazo.
Es verdad que, "el proceso reproductivo comienza con la unión de los
sexos a una determinada edad de la mujer, y el embarazo depende no sólo
de la edad sino también de la frecuencia del coito en un ciclo ovular;
del espaciamiento entre coitos; de la vida del óvulo, que se estima entre
24 y 48 horas; del número de ciclos fértiles en el período reproductivo
de la mujer, y de la historia de abortos de ésta. Cuanto más alta sea la
edad de ingreso al contacto sexual, en ausencia de anticonceptivos, menor
ser el número de hijos al cabo del período de vida fértil de la mujer,
comparando con otra que ingrese a una edad más temprana. Cuanto mayor
sea la frecuencia y cuanto menor sea el espaciamiento del contacto sexual,
mayor ser la probabilidad de un embarazo, en ausencia de anticonceptivos.
La edad de la unión condiciona el número de ciclos fértiles sujetos a
fecundación del período fértil de la mujer, aparte de los elementos
biológicos peculiares en cada una de ellas. Las condiciones generales de
mortalidad también limitan el período de vida fértil cuando se trata de
poblaciones con baja esperanza de vida. El embarazo puede terminar en un
nacido vivo o muerto y, para la mujer, en un período de amenorrea o de
esterilidad". (Fucaraccio, 1977).
Los conceptos antes citados aun se adecuan al comportamiento de la
fecundidad en los diferentes contextos socio-económicos de nuestro país,
donde los altos niveles de fecundidad, sobre todo en las áreas más
deprimidas, son el fiel reflejo de la subsistencia de un proceso
reproductivo en un sistema de fecundidad casi natural.
La búsqueda de las causas que determinan el reciente descenso de la
fecundidad en el Perú, es prioritario, "desde un punto de vista pr ctico,
el Análisis de la fecundidad y sobretodo el de las expectativas y logros
respecto al número de hijos deseados y tenidos, resulta de gran utilidad
para identificar grupos objetivos y estimar los niveles de demanda
potencial. Existen niveles significativos de demanda potencial por
contracepción no satisfechos entre las mujeres mas humildes del país, a
las cuales el estado tiene la obligación de atender para evitar el alto
costo social que implican el aborto, el abandono y descuido del niño, la
disolución matrimonial, y el deterioro en la calidad de vida de las
nuevas generaciones, problemas, que en gran parte resultan de la
combinación entre una alta fecundidad marital entre las clases populares y
un contexto de crisis económica y creciente desigualdad de oportunidades".
(Aramburu, Carlos. 1982).
El curso o las tendencias de la fecundidad en el Perú en los últimos
32 años, según los últimos cuatro Censos Nacionales de Población,
desarrollados desde 1961 a 1993, y otros datos provenientes de diferentes
encuestas como: La Encuesta Demográfica Nacional 1974/75; La Encuesta
Nacional de Fecundidad (ENAF) 1977/78; La Encuesta Nacional de Nutrición
y Salud (ENNSA) 1984; ENDES I, 1986; Y ENDES II, 1991/92, muestran una
tendencia consistente con una fecundidad moderadamente en descenso en un
período de 20 años de 1961 - 1981; es decir una caída de alrededor del
25%. Hasta antes de la década del 60, la fecundidad fue bastante alta,
con un promedio de 7.0 hijos por mujer al final de su edad reproductiva.
A partir de la década del 80 el descenso se acentuó mucho más, al llegar a
3.4 hijos por mujer, según el censo de 1993 (cuadro 1 y gráfico 2), lo que
equivale a un 33.6% en un período de sólo 12 años. Pero con todo ello,
aun no estamos en la posibilidad de decir, que estamos en los niveles
deseados o satisfactorios.
CUADRO N° 1
PERU: TENDENCIAS DE LA FECUNDIDAD CON VALORES AJUSTADOS
AL 30 DE JUNIO DE CADA AÑO
+------------+----------+-----------+----------+----------+----------+
| AÑOS | TGF | AÑOS | TGF | AÑOS | TGF |
+------------+----------+-----------+----------+----------+----------+
1970 6.28 1985 4.49 1970 6.28
1971 6.19 1986 4.35 1975 5.80
1972 6.10 1987 4.21 1980 5.18
1973 6.01 1988 4.07 1985 4.49
1974 5.90 1989 3.94 1990 3.81
1975 5.80 1990 3.81 1995 3.23
1976 5.68 1991 3.68 2000 2.80
1977 5.56 1992 3.56 2005 2.49
1978 5.44 1993 3.44 2010 2.30
1979 5.31 1994 3.34 2015 2.18
1980 5.18 1995 3.23 2020 2.11
1981 5.04 1996 3.13 2025 2.06
1982 4.91 1997 3.04
1983 4.77 1998 2.95
1984 4.63 1999 2.87
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Por otra parte, en los últimos 20 años en el Perú no se ha
desarrollado un programa de reactivación económica, ni mucho menos un
incremento de la actividad industrial,que pudiera generar empleos masivos;
pero sí, en forma muy sostenida y en áreas privilegiadas o llamados polos
de desarrollo, se ha desarrollado, hechos que han favorecido el
descenso de lafecundidad, tales como: el mayor acceso de la población a
los servicios de salud materno-infantil, mayor acceso de las mujeres a la
actividad formal, con mejora relativa de sus niveles de ingreso;tambén
se ha incrementado el promedio de años de escolaridad, con una extensión
y expansión de la educación que ha significado no sólo la disminución del
analfabetismo, sino la mejora en los niveles de educación con mayor número
de años de estudio aprobados, en especial el acceso de las mujeres a los
Institutos de mando intermedio y a las Universidades, de esta suerte "en
las últimas décadas se confirma una tendencia hacia el mayor nivel
educativo de la población. El promedio de años de estudio en 1972 era de
4.4 años, este indicador en 1981 evoluciona a 6 años, llegando en 1993 a
7.7 años. Merece destacar el crecimiento explosivo de personas con
educación secundaria, que crecen de 1567 mil en 1972 a 4 855 mil en 1993
y superior pasa de 340 mil en 1972 a 2793 mil en 1993". (Alarcón, Walter.
1995). Como vemos, el mayor incremento del nivel de educación de la
población peruana es otro de los factores que ha favorecido el descenso
de la fecundidad en esta última década, premisa que ser demostrada en los
capítulos III y IV.
Del mismo modo se ha desarrollado aunue en una forma sostenida los
medios de comunicación social de masas a través de, una mejora en la
infraestructura vial las carreteras, la radio, la televisión y la prensa
escrita.
Todos los indicadores o variables antes mencionados, en especial la
educa-ción, serán desarrollados en los capítulos III y IV. Variables
consideradas como los determinantes básicos o "estructurales" de la
fecundidad como la educación, el estrato social, la urbanización, etc.
es decir variables de tipo socio-económico, con los que interactuan las
variables intermedias de la fecundidad, como la nupcialidad, el uso de
anticonceptivos, la lactancia, el aborto, etc,.
En relación al uso de anticonceptivos, es preciso mencionar que, de
todas las variables intermedias (según el estudio de Alcantara y Ortiz,
1992), en base a la ENDES I, el uso de anticonceptivos es el que destaca
como el principal factor influyente en el descenso de la fecundidad en el
período 1978 a 1986 al incrementarse dicha pr ctica de un 30 a un 44 %.
Del mismo modo otro estudio desarrollado en base a la ENDES II,
(Rivera, G. 1992), manifiesta que, las mujeres en edad fértil iniciaron,
hace tres décadas, un proceso creciente de uso cada vez más extendido de
anticonce-ptivos, lo que explicaría, en gran medida, el descenso de la
fecundidad. Los resultados de la ENDES II arrojan un porcentaje de uso
del 36 % para el total de mujeres en edad fértil, cifra que se incrementa
a 59% para el grupo de mujeres casadas más convivientes (unidas).
Comparando estos resultados con los obtenidos en al ENDES I, 28 y 46%,
respectivamente, se aprecia un incremento en el uso del orden del 28%,
tanto en el total de mujeres como en las mujeres que actualmente viven en
unión.
Los resultados de la ENDES I Y II, sobre el uso de anticonceptivos,
más el incremento en los niveles de educación secundaria y superior, son
pues, los hechos más importantes para el descenso de la fecundidad, ya que
el uso efectivo de los Métodos modernos está directamente correlacionado
con los niveles de educación de la población. Aunque es preciso mencionar
que, la demanda insatisfecha de planificación familiar al interior del
país tiene magnitudes muy graves. La ENDES II demostró que la proporción
de mujeres que no desean más hijos de los 3 sobrevivientes que al momento
de la encuesta tenían; alcanzaba proporciones exageradas, así, en las
regiones Libertadores Wari, Inka, Mariategui más del 93 % de las mujeres
unidas manifestaron que ya no deseaban tener más de 3 hijos, este mismo
deseo se expresó en más del 82 % de las mujeres en las demás regiones del
país. De estos hallazgos, es fácil suponer que de existir los suficientes
medios de contracepción pudieron ser evitados el nacimiento de un
considerable número de hijos, como veremos posteriormente en las
provincias de los departamentos de Huancavelica, Apurimac, Puno, Cusco
etc., el promedio fue de 6 a 7 hijos por mujer al año 1993, donde
precisamente, más del 90 % de las mujeres no deseaban más de 3 hijos.
En el estudio de las tendencias de la fecundidad resulta importante
determinar no sólo sus niveles, medidos a través de indicadores de resumen
como la tasa global de fecundidad, sino también el comportamiento o los
patrones de la fecundidad por grupos quinquenales de edad, de aquellas
mujeres consideradas como las expuestas al riesgo del embarazo, (15 a 49
años). La tasa global de fecundidad es el producto del comportamiento de
las tasas especificas de fecundidad y éstas, a su vez, son el producto no
sólo de la fecundidad en cada grupo, "sino de diferentes hechos que puedan
generarse al interior de cada grupo de edad: como los procesos migratorios
de las zonas rurales hacia las urbanas de adultos jóvenes en edad
reproductiva, que sesga la estructura de edades tanto en el lugar de
origen como en el lugar de destino, en unas subestima y en otras
sobreestima; por los cambios en la estructura por edad de las mujeres;
por la reducción de las tasas de nupcialidad legal (sobre todo en las
mujeres jóvenes); por la reducción de la fecundidad en las mujeres no
casadas" (Aramburu, 1982).
CUADRO N° 2
PERU: TASAS ESPECIFICAS DE FECUNDIDAD Y ESTRUCTURA PORCENTUAL: 1961 - 1993
+----------+-----------------+-----------------+------------------+------------------+-----------------------------------+
| GRUPOS | 1961 | 1972 | 1981 | 1993 | CENSOS PORCENTUALES |
| DE +--------+--------+---------+-------+---------+--------+---------+--------+--------+--------+--------+--------+
| EDAD | TEF | % | TEF | % | TEF | % | TEF | % | 61-72 | 72-81 | 81-93 | 61-93 |
+----------+--------+--------+---------+-------+---------+--------+---------+--------+--------+--------+--------+--------+
15-19 0.108 7.9 0.079 6.5 0.074 7.4 0.062 9.0 26.9 6.3 16.5 42.6
20-24 0.318 23.4 0.245 20.1 0.222 22.1 0.164 23.8 23.0 9.4 26.1 48.4
25-29 0.335 24.6 0.288 23.6 0.244 24.2 0.168 24.4 14.0 15.3 31.2 49.8
30-34 0.272 20.0 0.263 21.6 0.208 20.7 0.140 20.3 3.3 20.9 32.8 48.5
35-39 0.206 15.1 0.209 17.1 0.161 16.0 0.099 14.4 -1.5 23.0 38.4 51.9
40-44 0.093 6.8 0.105 8.6 0.078 7.7 0.046 6.6 -12.9 25.7 41.5 50.5
45-49 0.030 2.2 0.030 2.5 0.019 1.9 0.010 1.5 0.0 36.7 49.5 66.6
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TOTAL 1.362 100.0 1.219 100.0 1.006 100.0 0.689 100.0 10.3 33.3
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TGF 6.8 6.1 5.1 3.4
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
NOTA: Estimados con los resultados de los respectivos Censos Nacionales de Población y ajuste de acuerdo a las
tendencias al año 1993.
En el Análisis de las tasas específicas de fecundidad y su estructura
porcentual (cuadro 2 y gráficos 3), correspondiente a los últimos 32 años,
(cuatro censos de población); observamos que en el período 1961 - 1972 las
que contribuyeron en forma más significativa en el descenso de la
fecundidad, fueron las mujeres más jóvenes entre los 15 a 29 años; hecho
que generó la mayor concentración de la fecundidad entre las mujeres de 25
a 29 años, tipificando una fecundidad de cúspide tardía y dilatada. En el
siguiente período (72-81), se observa lo inverso, donde las mujeres
mayores de 25 años son las que contribuyen significativamente en el
descenso de los niveles de la fecundidad. En el último decenio, donde el
descenso de la fecundidad cobra mayor importancia, se observa que todos
los grupos contribuyeron significativamente a éste descenso. En general
el descenso de la fecundidad entre 1961 y 1993, afectó a todos los grupos
de edad de las mujeres, en especial a las mayores de 20 años y más, cuyos
descensos son de alrededor del 50 %, siendo diferentes en los dos grupos
extremos, donde las mujeres comprendidas entre 45-49 años redujeron su
fecundidad en un 67%, mientras que las de 15-19 sólo en un 43%.
En los cuatro períodos censales la cohorte de 25 - 29 años es la que
concentra la fecundidad mas alta, como se observa en el gráfico 3, los
cambios en los patrones de fecundidad se notan sobre todo en las cohortes
jóvenes de 20-24 y en la de 25-29. Entre 1961-1972 se observa un cambio
sustancial en la estructura, los cuales descienden de modo significativo
en la cohorte de 20-24 años, concentr ndose la cúspide de la fecundidad
en la cohorte de 25-29 años. Entre 1972-1981, la tendencia descendente se
muestra mucho más clara entre los cuatro grupos de cohortes de mujeres
(20-39), las cuales concentran el 83% de los nacimientos. En 1993 si bien
el grupo de 20-39 años sigue concen-trando el 83% de los nacimientos, el
descenso (1981-93), de las tasas especificas de fecundidad en cada grupo
de edad a partir de los 20 años supera el 26%, (cuadro N° 2). Lo anterior
significa que los patrones de fecundidad, de las cohortes de mujeres
jóvenes que ingresaron a la vida reproductiva en las décadas anteriores
han venido cambiando al avanzar éstas en edad, por lo que el descenso
de la fecundidad se aprecia mucho mas en las cohortes mayores.
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